"Se ha hipertrofiado el modelo autonómico y roto el equilibrio entre lo común y lo diverso, y hemos tenido partidos nacionalistas que han sido profundamente desleales con el modelo constitucional". El diagnóstico, de Ignacio Astarloa, vuelve a poner encima de la mesa una de las reformas pendientes del Ejecutivo, la de la administración, justo al mismo tiempo que Bruselas insiste en atar en corto a las comunidades autónomas.
El veterano diputado popular, también director de Constitución e Instituciones de la fundación FAES, participó en un debate sobre el sistema territorial para dejarse de paños calientes y ponerle deberes al Gobierno. "Es tiempo de fortalecer, defender y proteger la Constitución y el Estado frente a los daños y alas amenazas que se le anuncian", advirtió, en relación los planes secesionistas de la Generalidad.
Astarloa puso el acento en que España no sólo se enfrenta a una crisis económica, sino también "política e institucional". Una "encrucijada", enfatizó, que debe ser respondida con reformas que fortalezcan el Estado. "La reforma no es el reconocimiento del fracaso. Lo que es un fracaso es no acometer la reforma cuando el tiempo nuevo lo demanda", insistió, para subrayar a renglón seguido en que, sin duda, "la más importante es la del modelo territorial".
Según la agenda de Moncloa, el Consejo de Ministros debería tener lista el boceto de la misma para antes de que concluya el mes de junio. El pasado enero, Soraya Sáenz de Santamaría reunió a la CORA, la comisión encargada de la reforma, y en ella requirió un análisis detallado a los Órganos Colegiados de la Administración General del Estado para la eliminación o fusión de los observatorios, consejos consultivos o comisiones cuyas actividades no sean estrictamente necesarias. Este informe ya está prácticamente concluido.
El diputado popular apuntó alguna de las claves. La reforma tiene que "cerrar" el modelo "para que no esté en evolución permanente y acabar con la multiplicación de estructuras y de competencias". Esto es, que las regiones dejen de parecerse cada vez más a unos miniestados. "El problema territorial lo tenemos de antes de la crisis", recordó, para emplazar a las dos principales formaciones políticas, PP y PSOE, a un pacto constitucional.