El presidente del Gobierno hizo bandera de la austeridad en su primer año de legislatura; de "no gastar lo que uno no tiene", no se cansaba de repetir. La tijera y la subida de impuestos se convirtieron en la herramienta, y se aprobaron los presupuestos "más duros" de la historia de la democracia. Pero, hecho el esfuerzo, pudo anunciar una reducción de algo más de dos puntos, lo que deja la cifra en el 6,7%.
Pese a todo, esto supone un breve desvío con respecto al dato exigido por las instituciones europeas, que reclamaban a España el 6,3%. Si bien, Bruselas ya ha dejado claro, tanto en público como en privado, que acepta las cifras del Ejecutivo en tanto en cuanto entiende que la senda reformista es la correcta.
Así, en sesión plenaria y ante la petición del PSOE de una enmienda a la totalidad de su política económica, Mariano Rajoy pudo sacar pecho: "El déficit público va a quedar en el 6,7%, lo cual supone un enorme esfuerzo para la sociedad española", afirmó. Un dato que utilizó como percha para reafirmarse en su plan de acción contra la crisis, que dijo no va a modificar.
Las previsiones de la Comisión Europea
De igual forma, el jefe del Gobierno se puso como objetivo trabajar para que las previsiones de la Comisión Europea, mucho más pesimistas que las patrias, no acaben por hacerse realidad, e insistió en que "2013 será el último año de la recesión, las cosas empezarán a mejorar y afectará, para bien, al paro".
"Lo importante no son tanto las previsiones", llegó a decir Rajoy, poniendo como ejemplo el batacazo bursátil consecuencia de la inestabilidad política en Italia. La clave para salir del túnel, radiografió, "es tener una política económica". Una estrategia, se crecen en privado, por la que "la UE nos ha felicitado y nos ha dicho que es la más ambiciosa del conjunto de la zona euro".
Lanzado el dato, el PSOE quiso ponerlo en cuarentena, en voz de Soraya Rodríguez, que recordó que Bruselas habla de un déficit público por encima del 10%. La vicepresidenta no dudó en responderle: "No me sume para confundir al personal, o para demostrar que está usted muy confundida", dijo, para explicar que ese 10% incluye "el déficit de los bancos, que sabe usted que lo convalida". En efecto, ese aumento se debe al denominado rescate de las entidades financieras, y aunque sí contabiliza como déficit, la UE no lo tiene en cuenta para el cumplimiento de objetivos.
"Éste es un Gobierno sólido y estable, apoyado por un grupo parlamentario. Esa estabilidad es un bien muy sagrado", defendió Soraya Sáenz de Santamaría. "España gana credibilidad, y con ello respeto. Se pueden adoptar todavía muchas más medidas, con trabajo, tesón y coraje", recetó, evidenciando que todavía seguirán los ajustes para cumplir con los compromisos adquiridos con la UE.