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Pedro J. Ramírez: "Hubo un tiempo en el que los sobres eran de cal viva"

El director de El Mundo ha dado una brillante conferencia en el Club S. XXI recordando la última legislatura de Felipe González en el poder.

Pedro J. Ramírez ha sido el encargado de dar a conferencia correspondiente a la legislatura que fue desde el 93 al 96, dentro del ciclo organizado por el Club S. XXI para recordar y rememorar los 35 años de democracia.

El de Unidad Editorial ha realizado un exhaustivo relato de tres años que se vivieron como una sucesión de escándalos, recordando muchos detalles de cómo se cocinaron y destaparon no pocas de aquellas exclusivas periodísticas.

Además, Ramírez ha querido relacionar la situación actual con lo ocurrido entonces como una forma de poner en su justa medida la gravedad de la crisis política que estamos viviendo: "Hubo un tiempo en el que los sobres eran de cal viva y lo que se metía dentro no eran billetes sino personas", ha dicho el director de El Mundo en referencia al asesinato de Lasa y Zabala.

Narcís Serra quería hacer matar a Roldán

"Casi todo lo que voy a decir es ya historia", ha iniciado su conferencia un Pedro J. Ramírez que ha conquistado a la audiencia que abarrotaba el Club S. XXI con un entretenido relato de los últimos años, entre 1993 y 1996, que Felipe González estuvo en el poder.

Historia de la que el propio Pedro J. fue espectador de primerísima fila, cuando no uno de los actores principales, y que incluyó casos de corrupción de todos los estilos: desde destapar de lo peor del terrorismo de Estado hasta la saga-fuga de Luis Roldán.

Este caso ha sido uno de los que ha ocupado más tiempo del discurso, ya que El Mundo jugó un papel importante en la rocambolesca trama. Así, Pedro J. ha recordado como el por entonces "biministro" de Interior y Justicia, Juan Antonio Belloch, pidió ayuda al diario de Unidad Editorial para encontrar y detener al que fuera director general de la Guardia Civil.

Lo más sorprendente de este relato ha sido el argumento que, según Pedro J., utilizó Belloch para convencerles de que colaboraran en la "persecución": "Se trata de que un delincuente sea entregado a la Justicia y de evitar que alguien lo encuentre y lo mate". Ese alguien era "el vicepresidente Serra" que en aquel momento dominaba el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), conocido hoy en día como Centro Nacional de Inteligencia (CNI), es decir, los servicios de espionaje.

La cena de la pinza y la pistola de Anguita

Otro de los relatos llamativos que ha desvelado Pedro J. es la forma en la que el propio director de El Mundo intervino para que se conociesen José María Aznar y Julio Anguita, por entonces líder de IU.

Los dos líderes fueron invitados a una cena en el propio domicilio de la pareja Ramírez–Ruiz de la Prada, en un encuentro en el que el periodista ha asegurado que "hubo química, estaban mucho más de acuerdo en muchas cosas de lo que habían imaginado".

Pedro J., no obstante asegura que "no hubo pinza porque allí no se acordó nada", aunque reconoce que Anguita si le dijo a Aznar que apoyaría iniciativas parlamentarias sin que dependiese que las presentase uno u otro partido.

El propio líder comunista reconoció al director de El Mundo que "esto ha sido más importante de lo que tú mismo te crees" en un paseo después de la cena en el que Pedro J. descubrió estupefacto que "Anguita llevaba pistola". "Tú deja que yo sé lo que me hago" le dijo el que fuera alcalde de Córdoba que, por cierto, no llevaba escolta.

Lasa y Zabala

La parte más dura del recorrido de Pedro J. por la "memoria histórica" ha sido la referente al caso de Lasa y Zabala, dos etarras que fueron "brutalmente torturados", asesinados y enterrados "bajo cincuenta kilos de cal viva" por los GAL.

El director de El Mundo ha reflexionado sobre este caso, en el que ve "una referencia que no hay que olvidar: ningún hecho grave debe dar pie a otros igual de graves. Un delito es un delito siempre".

Ramírez ha recordado que la información, proporcionada por un funcionario de la Policía, les llegó el jueves antes de la boda de la infanta Elena, un momento en el que pensó que debía aplazarse la publicación hasta la semana siguiente para no "estropear" la ilusión que la sociedad española tenía con la boda real.

Algo que provocó serios problemas de conciencia a Pedro J., afirmando que para él "si una historia es relevante y verdadera publicarla no es una opción, es una obligación".

"Cualquiera tiempo pasado no fue mejor"

Uno de los momentos cómicos de la conferencia ha sido cuando Pedro J. Ramírez ha hablado de algunos personajes que eran de actualidad entonces y siguen siéndolo ahora, por ejemplo, "Rubalcaba, no su padre sino el mismo de ahora", frase que ha repetido para Pascual Sala, por entonces presidente del Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Supremo.

Finalmente, el periodista ha querido concluir su intervención, que ya se acercaba a las dos horas de duración, con unas conclusiones en las que ha asegurado que "no es verdad que cualquiera tiempo pasado fue mejor porque aquellos años fueron peores", si bien también ha reconocido que la "Corona estaba en una mejor situación y había una alternativa política"

Pero "los problemas de la democracia se resolvieron con democracia", lo que hace a Pedro J. Ramírez guardar ciertas dosis de optimismo y terminar con una cita de Miguel de Unamuno: "Que los días por venir rasguen la sombra que hoy abate el rostro de España".

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