Tras reunirse durante alrededor de tres horas con el presidente del Gobierno en la Moncloa, y definirse próximo a él en todo lo relativo a la crisis económica, el lehendakari volvió a hablar de "proceso de pacificación" y "reconocimiento del daño causado", no sólo en el caso de la banda terrorista ETA, para referirse al nuevo escenario tras el alto al fuego de los terroristas.
En este sentido, Iñigo Urkullu defendió la elección de un batasuno, Jonan Fernández -concejal de la formación ilegalizada entre 1987 y 1991-, para dirigir el área de Paz y Convivencia del Gobierno vasco: "No tengo que hacer ningún acto de contrición o autocrítica". Aún más, pidió "a los prescriptores de opinión pública que sean honestos" y no sólo se fijen en la época en la que Fernández trabajó bajo las siglas de un partido que amparó y nunca condenó los asesinatos de ETA.
"Pido que se haga una trayectoria vital y que se sea honesto" porque en caso contrario "tendría que decir cosas que no querría decir", insistió Urkullu, ante unos periodistas que le reclamaron que aclara su discurso con respecto a la lucha contra la banda. Las víctimas del terrorismo ya han expresado su indignación y han roto relaciones con su gabinete.
"Sí" fue concejal de HB, reconoció, no obstante. Y en este sentido se preguntó: "¿Qué preferimos que todos sigan siendo de HB? Porque hay otros que fueron algo más que de HB...". El asunto monopolizó buena parte de la comparecencia de prensa: "Hay que mirar el presente y trabajar el futuro", aseveró, rechazando que este nombramiento pueda provocar un enfrentamiento con el Ejecutivo de Rajoy.
Rajoy telefoneó a Basagoiti
Fuentes de la Moncloa no se pronunciaron sobre este asunto, si bien recalcaron que en materia antiterrorista "la posición del Gobierno es la conocida y no ha cambiado". Así se lo expuso Rajoy a puerta cerrada, a pesar de que escuchó "con atención" las tesis de Urkullu, informa Pablo Montesinos. Tampoco hubo cambios con respecto a las reclamaciones soberanistas.
Tras el encuentro, el presidente telefoneó a Antonio Basagoiti, líder del PP vasco, para informarle de cómo había ido al despacho. Esta llamada es uno de los compromisos a los que llegó con Basagoiti, desde hace ya meses el principal interlocutor en esta materia a nivel nacional.
Rajoy también anotó la "buena disposición" para abordar los asuntos relativos a la economía, como el concierto económico y el cupo. "Desde el diálogo y la lealtad institucional", según un portavoz autorizado. Ambos líderes coincidieron en que "la prioridad es la crisis, el empleo y el crecimiento económico", marcando así una distancia clara con Artur Mas, presidente catalán.