La investigación interna ya ha comenzado. Este miércoles, Carmen Navarro, la nueva tesorera sobre la que ahora se posan todas las miradas, inició el proceso documental para revisar las cuentas de la formación. "Cada papel en los registros" desde la época de Manuel Fraga, aseguran. También empezarán en breve las citaciones a miembros de la cúpula, y también de cuadros medios y personal de la casa, para recabar sus testimonios e intentar averiguar si existieron cobros en negro.
Se pone en marcha lo que se ha venido a denominar un "trabajo discreto", en teoría, alejado de la presión mediática. De hecho, si por algo se caracteriza Navarro es por su prudencia y calculada lejanía de los medios de comunicación, amén de que es una persona de la entera confianza de María Dolores de Cospedal. "No es conocida y no lo quiere ser", resumen en Génova.
A la actual responsable de las cuentas del PP muchos cargos le confirmarán que existieron sobresueldos. Pero, añadirán, que todo era legal. "Muchos recibimos dinero en sobres, sí, pero lo declarábamos a Hacienda", asegura a este diario un miembro de la anterior dirección, en relación a las prácticas de Luis Bárcenas. "Como en todo partido, había un plus después de una campaña electoral", continúa un cargo del aparato.
Incluso, especifican, las cantidades no tenían por qué darse en líquido. "Como cualquier otro trabajador, hemos recibido un extra y nos lo han ingresado en nuestra cuenta", según varios relatos recabados. Se daba el caso, desvelan, de que los principales beneficiados de estos sobresueldos, insisten legales, eran aquellos que tenían cargos exclusivos dentro del partido. Esto es, que por ejemplo no los habrían percibido los portavoces de los grupos, como era el caso hasta 2011 de Soraya Sáenz de Santamaría (Congreso), Jaime Mayor Oreja (Eurocámara) y Pío García Escudero (Senado).
¿Esto significa que no hubo reparto de dinero en negro? Los dirigentes de la cúpula consultados aseguran que ellos no hicieron uso de la caja B. Aunque, en privado, algunas fuentes admiten su "sospecha" de que tales prácticas se pudiera haber producido.
Una posibilidad que negó con rotundidad Rafael Hernando, hoy portavoz adjunto del Grupo Popular: "Ni yo, ni las personas que me rodean, algunas sentadas aquí, que han sido dirigentes de mi partido, jamás hemos recibido dinero o retribuciones a través de sobres", dijo en la comisión permanente de la Cámara Baja. Y, aunque de momento sólo José María Aznar ha dado el paso y demandará a El País, anunció "acciones legales" contra quienes mantengan "las infames y miserables" acusaciones. Génova recalcó que no hay tomada ninguna decisión: "Los servicios jurídicos están estudiándolo".
Soraya contacta con los grupos
En paralelo, pero a nivel institucional, la vicepresidenta inició el mandato de Mariano Rajoy de lograr un pacto de Estado contra la corrupción por dos vías concretas. Por un lado, solicitando un informe al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (CEPC) para que éste aporte medidas concretas para la "regeneración" democrática. Y, por otro, manteniendo contactos con el resto de fuerzas políticas en aras del entendimiento.
Además, el Ejecutivo se apresuró en solicitar la comparecencia de Cristóbal Montoro, que será este miércoles, en el Congreso para aclarar que "no existe ninguna relación" entre la denominada amnistía fiscal y el hecho de que Bárcenas tuviera 22 millones de euros en una cuenta de Suiza.
Rajoy se marcha a América Latina
Con los cimientos puestos en el partido y en el Congreso, pero todavía con una sensación de crisis interna generalizada, el presidente comienza el miércoles una gira por América Latina -Perú y Chile, respectivamente- que le tendrá alejado de España hasta el próximo lunes. Aunque, teme el Gobierno, el escándalo Bárcenas pesará como una losa en el trayecto. De hecho, dos son las comparecencias públicas que tiene previstas, y Rajoy aún no se ha pronunciado sobre caso ante preguntas de los informadores.
Tanto barones territoriales como ministros fuera de sospecha admitieron, a pesar del anuncio de medidas concretas, que siguen estando "preocupados" por las derivaciones del caso, más aún con el rumor extendido de que Bárcenas hablará públicamente más allá de su breve comentario ante los medios que vigilan su domicilio. Además, acogiéndose a las palabras de Rajoy, esperan que expulse a cuántos cargos estén manchados en negro, si tal extremo se confirma.