El Partido Popular sufrió el sonrojo de tener que dar explicaciones, por enésima vez, sobre los supuestos privilegios internos de Luis Bárcenas una vez dejó de ser tesorero de la formación en 2009. Del despacho que hasta entonces tuvo en la sexta planta se pasó, y así sigue siendo en la actualidad, a un “armario” en “una sala” en la que “se guardan documentos”, según la versión oficial. “Nadie le impide el paso si viene a Génova, pero no viene mucho”, se añadió.
El propio Esteban González Pons confirmó que sigue teniendo un espacio para informes en la sede nacional. Aunque insistió en que todos los papeles que allí guardan son sensibles y “relativos al PP”.
Lo que sí quiso desmentir la dirección fue todo lo demás. “No tiene secretaria”, afirmaron. De hecho, “quien llevaba su agenda ahora se encarga de los viajes de los dirigentes”, se expuso. Tampoco cuenta ya coche oficial y, desde hace meses, el PP no se hace cargo de las nóminas de los letrados.