El Gobierno ya tiene prácticamente confeccionada la reforma de la administración local, de la que se desprende la reducción y homogenización de sueldos así como un número tope de ediles, asesores y liberados sindicales. Incluso la eliminación de "cientos" de mancomunidades, según la dirección nacional del PP. Si nada lo impide, será presentada antes de que finalice el año 2012 y previsiblemente llevada al último Consejo de Ministros. Así, en los próximos días se repetirán los contactos con el PSOE en aras de alcanzar un acuerdo nacional.
El debate ahora se fija en lo drástica que pueda llegar a ser la poda administrativa. Y existen algunas fricciones. El responsable de los municipios, el popular Iñigo de la Serna, ya ha dejado claro que no le gusta el primer documento remitido por el Ministerio de Hacienda, y rebajó las expectativas tanto en el fondo como incluso en el tiempo, rechazando "calendarios" a pesar de la voluntad gubernamental.
Un aviso que hizo tras mantener un despacho de más de hora y media con Mariano Rajoy, y tras el cual definió las cifras que ha ido ofreciendo el Gobierno central -como la reducción del 30% de los concejales, que afectaría a la Ley Electoral- como "orientativas" que sirven "para trabajar en una nueva propuesta". "Habrá que esperar para ver en qué reducción nos quedamos", dijo, abriendo de nuevo todas las puertas.
El alcalde de Santander no quiso concretar nada, más allá de anunciar su total disposición al diálogo. Incluso en la materia de salarios, habló de "un baremo aún por definir por cuestión de población u otras condiciones territoriales". El popular recordó que el resto de formaciones políticas también forman parte del órgano que preside, y que quieren elevar una propuesta propia. Y de sus palabras se desprende que queda trabajo por hacer: "Dentro de la propia Federación hay que abrir ese debate, y si la propuesta sale ya desde la Federación saldrá de un acuerdo político muy razonable".
Hay una línea roja para el representante de la FEMP: ni supresión ni fusión de municipios deben estar en el texto. Otra cosa es que la petición venga de una administración local en cuestión, como ya ha ocurrido por ejemplo en Galicia. Según las fuentes consultadas, el Ejecutivo coincide en este diagnóstico, y en las reuniones celebradas en la sede del PP no se ha abordado en ningún momento punto alguno relativo a este extremo, a pesar de que se barajó y discutió como fórmula de ahorro. La clave, dicen, pasa por una gestión eficiente de los departamentos.
Ésta es una de las vías de la negociación, porque la otra -y más importante, según coinciden las partes- es la que afecta a las competencias "y con la que verdaderamente se ahorrará dinero". Sobre ello versó principalmente el despacho entre Rajoy y De la Serna, que casaron en la necesidad de modificar sin demora la Ley de Bases de Régimen Local. Pero, en este sentido, tampoco se quiso adelantar una propuesta en firme, ya que para este menú también entran en cocina las comunidades autónomas, habida cuenta que los ingredientes son las tan traídas duplicidades. Este punto podría demorarse más allá de que finalice el año.
El objetivo es que el Ejecutivo y la FEMP lleguen a un acuerdo en este último sprint, al que se sume la principal formación en la oposición. A pesar del enfriamiento de expectativas de De la Serna, su interlocutor en las negociaciones, Cristóbal Montoro, aseguró en una reunión a puerta cerrada en Génova13 que la propuesta "está madura", y que en consecuencia "está en el ánimo hacer la reforma cuanto antes". El responsable del PP en la materia, Javier Arenas, confirmó a Libertad Digital que el objetivo del partido es tener el documento antes de navidad.
Soraya: "No podemos fracasar"
El encuentro en la sede nacional del PP, presidido por María Dolores de Cospedal, volvió a ser al más alto nivel y reunió a los consejeros de presidencia de las regiones que gobiernan. También estuvo la vicepresidenta, que advirtió a navegantes: "En esta reforma no podemos fracasar", sino que más al contrario "tenemos que ir todos juntos".
Soraya Sáenz de Santamaría definió la reforma de la administración como "la más importante de las que hasta ahora ha puesto en marcha el Gobierno, y la más complicada y compleja", y puso el acento en que los ciudadanos -que sufren importantes ajustes - están vigilando con atención. "Los ciudadanos demandan un cambio de mentalidad. No podemos seguir aumentando nuestras Administraciones", fueron sus palabras. El PP zanjó la reunión admitiendo que el sistema hoy es "insostenible" y que hay que darle ya una solución.