En un artículo en el diario El Mundo, con su habitual estilo grandilocuente, Zapatero dice defender ahora que Cataluña no sería nada sin España. "Para mí, Cataluña es algo más que una parte de España", asegura, "es una de las mejores maneras de comprender España. Porque España es una vieja nación y una joven democracia sustentada en el afán común de diversas culturas e identidades".
El expresidente del Gobierno dice, sobre el sentimiento independentista que lo "conozco, respeto y valoro el fuerte sentimiento de identidad catalana" pero mantiene que "una Cataluña española es algo con relevancia en el mundo, una Cataluña sin España lo sería mucho menos". Argumento que no linda muy bien con aquellas declaraciones del propio Zapatero en las que caracterizaba a la nación española como algo "discutido y discutible".
Ahora, en este artículo titulado "Nuestra Cataluña", Zapatero ataca a "los líderes catalanes" que presentan "la independencia como un tránsito a la soberanía real. Es falso, es un tránsito a la soledad", dice.
Además, el expresidente dice que cuándo el negoció el Estatuto de Cataluña, CiU reclamaba "cotas de autogobierno para Cataluña" pero entonces "nunca plantearon una propuesta que desbordase expresamente la Constitución", como ahora. Zapatero dice que los convergentes en estos momentos no han "exhibido paciencia y moderación" como lo hicieron en su etapa, y les recuerda que "la democracia es al final un continuo aceptar los límites del poder, del poder legislativo y del poder ejecutivo. Y también los límites de la propia voluntad democrática", subraya.
Zapatero continúa planteándose la necesidad o no de modificar la Constitución, y lanza su reflexión: "Se puede ser en la España democrática independentista, faltaría más. Pero no se puede ser no dependiente de las reglas de oro constitucionales". Un planteamiento muy distinto al que expuso en 2004, cuando se mostraba favorable a reformar la Constitución para que todos "estuvieran cómodos".
Aunque dice que "no es fácil" oponerse "al derecho a decidir" en abstracto, matiza que este "debería ser ejercido en relación con la voluntad general de España porque parece obvio que España tiene un interés legítimo en una decisión sobre el futuro de sí misma, de uno de sus territorios". El expresidente está convencido: "Faltaría más", enfatiza.
Por último, asegura que "el pacto Fiscal" fue el detonante de la deriva soberanista de Cataluña, argumento que usa para atizar al PP, porque "no parece que se haya dialogado mucho".