El Gobierno adoptará “las decisiones legales que estén a su alcance, todas y cada una de ellas” para que se respete la Ley y la Constitución en Cataluña. Y esto incluye hacer uso del artículo 155 de la Carta Magna que permite suspender la autonomía de una región en caso de que esté en peligro la unidad nacional, como se deduce en caso de que Artur Mas cumpla con su batería de amenazas.
La advertencia la puso encima de la mesa María Dolores de Cospedal, que además de ser la máxima responsable del PP es una de las personas de mayor confianza del presidente Rajoy. “No tengo la menor duda”, dijo, de que el Ejecutivo evitará “la vulneración” de la legalidad haciendo uso de todos los instrumentos disponibles. “Hoy por hoy sólo tenemos palabras”, pero si se convierten en hechos -tras las elecciones catalanas- “se hará cumplir la ley”.
La cláusula que permite al Estado asumir el poder ejecutivo de una región, recuerdan en el PP, fue aprobada por una inmensa mayoría y “está ahí para ser usada en casos extremos”, inciden las fuentes consultadas. En Moncloa corroboran esta versión, a la par que recuerdan el portazo que las Cortes le dio a Juan José Ibarretxe y a su plan secesionista: “El Congreso ya ha dicho que no va a permitir tonterías”, en voz de un asesor de Rajoy.
"Cataluña nunca fue un reino en sí mismo"
Además de la respuesta política, la secretaria general de los populares se permitió dar lecciones de Historia ante las teorías que venden desde el nacionalismo catalán. Así, recordó que la española es “la nación más antigua de Europa, con más de 500 años” dentro de la cual Cataluña “es una parte muy importante”. Y ya metida en faena de profesora, destacó que esta región “nunca fue un reino en sí mismo”, por que la Corona era de Aragón. “Ésta es la historia de España para quien no la quiera recordar”, enfatizó Cospedal, en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección.
El PP subió así un peldaño más en la firmeza que este fin de semana empezó a esbozar el presidente del Gobierno, de campaña electoral por Galicia, cuando dijo que no “claudicará” en la defensa nacional. Cospedal se comprometió a no restar un ápice la “importancia” de las palabras de Mas, pero también se afanó en quitarle la careta: “Quiere tapar su fracaso en su gestión” después de que “no han pasado ni dos años en el Gobierno”. En su opinión, no era necesario convocar elecciones y si se acude de nuevo a las urnas es para tapar “un fracaso político y económico”.
Cospedal, que en las últimas fechas se ha convertido en referente del sector del partido que pide hablar claro frente a las afrentas secesionistas, acusó al aún presidente de la Generalidad de ser consciente de que su proyecto es “ilegal”, a la sazón de que ya ha anunciado que llamará a la puerta de las instituciones europeas al dar por hecho que el Estado rechazará el referéndum.
No habrá cambios en el Código Penal
Sobre la posibilidad de introducir cambios en el Código Penal para parar la consulta si finalmente es convocada, el Gobierno admite que ha estudiado esta posibilidad, si bien de momento dejará la puerta cerrada. Según fuentes del Ministerio de Justicia, “sin modificar nada, Artur Mas ya incurriría en un delito y el Tribunal Constitucional se pronunciaría en contra”. Un mandato, el del Alto Tribunal, que en principio obligaría a dar marcha atrás a la Generalidad, o en un caso más grave “permitiría actuar” al Ejecutivo.
En concreto, desde el Departamento que dirige Alberto Ruz Gallardón se cita el delito de desobediencia por incumplimiento de decisión judicial. "No está en mente del Gobierno modificar el CP durante su tramitación para reincorporar el delito de referéndum", zanjan las fuentes consultadas.
Sin tapujos, aseguran en Génova, hablarán de todo esto los cargos del Gobierno y de la dirección nacional que se trasladen en los próximos días a Cataluña, en el marco de la campaña electoral. Un auténtico desembarco, encabezado por el presidente, del que aún quedan algunos flecos pero que ya deja dos importantes eventos: la próxima semana, la celebración de una Intermunicipal -en la que estará Rajoy- y a primeros de noviembre una cumbre de barones regionales. Según Cospedal, van a decir bien alto, en el terreno, que “el proyecto de independencia lo que no garantiza es la salida de la crisis” sino que “les va a llevar a la ruina”.