El presidente catalán, Artur Mas, ha anunciado este martes en su comparecencia en el Parlamento catalán la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25 de noviembre, apenas dos años después del inicio de la legislatura. Y no serán unas elecciones más. El presidente catalán ha dejada clara su intención de convertirlas en un plebiscito secesionista.
Mas ya había comunicado su decisión de adelantar las elecciones a los consejeros de su gobierno, horas antes de comenzar su intervención en el Debate de política general, imitación autonómica del Debate sobre el estado de la nación.
De este modo, el Gobierno de CiU tan sólo cumplirá dos años de los cuatro que le correspondían tras ganar las elecciones el 28 de noviembre de 2010. Mas ha justificado su decisión en la negativa del Gobierno de Rajoy a aceptar el Pacto Fiscal, y ha comenzado su discurso con el catálogo de agravios que viene repitiendo en las últimas semanas para justificar la situación de quiebra en la que se encuentra Cataluña.
Su partido, CiU, presentará una resolución en el marco de este debate, en la que se insta al Gobierno a convocar un referéndum sobre la independencia. La intención de Mas es convertir las elecciones en un plebicisto secesionista, quedó clara desde el comienzo: "Son tiempos de jugársela y le corresponde al pueblo de Cataluña decidir quién le va a guiar en este proceso".
Como ya su grupo había filtrado la víspera al diario El País, Mas anunció el inicio de un proceso de autodeterminación de Cataluña. De hecho, Mas planteó las elecciones como el pistoletazo de salida para la ruptura. Así, dijo que "el Parlamento que salga de las urnas tendrá que hacer frente a una misión histórica, la más difícil de los últimos 30 años" y "escuchemos bien al pueblo y pongamos en sus manos la decisión sobre el futuro de la Nación".
"La voz de las calles tiene que llevarse a las urnas", manifestó. Según él es "la única manera" de saber si los que no fueron a la manifestación independentista de la Diada están también "a favor o no" de la secesión. "Este Parlamento ha votado que Cataluña tiene derecho a la autodeterminación. Ha llegado la hora de ejercer ese derecho. No hay que buscarse enemigos exteriores. Sólo tenemos que fijarnos en la propia fuerza", recalcó Mas en la recta final de su discurso. "Nos avala una historia milenaria, ser la democracia más antigua".
"Nos avala la estima, el amor y el aprecio de una lengua que ha sobrevivido a guerras, leyes... Nos avala nuestra identificación con Europa. No estamos en Europa sino que somos Europa. Nos avala nuestra voluntad de ser y todo eso no es poco aval. Queremos respeto por lo que somos y no tener que mendigar", afirmó Mas.
Según Artur Mas, "el camino que se dispone a emprender estará lleno de obstáculos, difamaciones", y -llegó a añadir- "se intentará utilizar el origen geográfico y la lengua" para enfrentar a los catalanes. Y afirmó: "el castellano es también patrimonio de Cataluña, igual que el catalán".
En cuanto a su papel personal como líder autoproclamado de este proceso secesionista, Mas dijo que "encarar un proceso de autodeterminación requiere que el presidente que lo ha de liderar tenga una fuerza especial que le ha de dar el pueblo en unas elecciones". Y concluyó diciendo que "una vez que Cataluña alcance los objetivos nacionales, yo no me volveré a presentar".