Cristina Cifuentes respondió con inmediatez y contundencia a las acusaciones de Francisco Granados. A través de un comunicado, anunció que "va a ejercer ante los tribunales cuantas acciones civiles y penales le correspondan" por lo que constituye "un cúmulo de falsedades y un grave atentado" contra su honor y su imagen. La indignación fue total en la sede de la Comunidad de Madrid. "Este tipejo solo intenta exculparse de sus múltiples corrupciones", según el entorno de la presidenta. Génova le mostró públicamente su apoyo.
La declaración de Granados, intentando implicar a Cifuentes en la presunta corrupción del PP de Madrid aireando su supuesta "relación sentimental" con Ignacio González , pilló a la presidenta regional en un acto público. "Lo único que quiero es que la Justicia actúe cuanto antes, con total contundencia y con rapidez para que se deriven las responsabilidades", afirmó ante una nube de periodistas. Después, se trasladó a Génova13, donde tenía una cita con Mariano Rajoy y el resto de barones del PP. Entró y salió en coche, sin hacer declaraciones. En la foto de familia, se situó al lado del presidente y se mostró sonriente aunque "estaba pasando un mal rato", según uno de sus interlocutores.
Mientras, su equipo se apresuró a hacer público su rotundo comunicado, sin membrete del PP. Contra Granados presentará "de inmediato" una querella criminal "cuyo alcance y detalles está ultimando" el abogado que la representará "a título personal", toda vez no quiso hacer uso de los servicios jurídicos de la Comunidad de Madrid.
El respaldo de la dirección nacional del PP no tardó en llegar. Fernando Martínez-Maillo calificó de "bazofia pura" lo dicho por Granados y aseguró a Cifuentes que cuenta "con todo el apoyo y el cariño" de la formación ante "una acusación de carácter personal que no puede formar parte de la política de nuestro país".
Al coordinador general le preguntaron si teme que, después del golpe de Granados, Cifuentes pueda ser imputada. "Apoyo total", insistió, aunque no dio por hecho que vaya a ser la candidata del PP a la Comunidad de Madrid. Esa decisión la tomará Rajoy, en teoría antes de verano. Un sector del partido lleva meses tratando de boicotear sus opciones asegurando que, según encuestas internas, con ella como cabeza de cartel perderían el poder en la región.