Elsa Artadi, portavoz de la plataforma de Carles Puigdemont, Junts per Catalunya, ha presentado este viernes una propuesta en el registro del Parlament para modificar por la vía de urgencia la ley de presidencia y gobierno de la Generalidad 13/2008 de 5 de noviembre. El expresidente y sus partidarios no se dan por vencidos y pretenden a toda costa investir al fugado. ERC se opone a la maniobra de Artadi y aduce cuestiones técnicas, como los previsibles recursos de la oposición al Consejo de Garantías Estatutarias.
Las negociaciones en marcha entre junteros y republicanos no han impedido que Artadi, sin el concurso de ERC, haya decidido forzar la entrada en el registro parlamentario de las modificaciones para que sean tramitadas de manera urgente.
El documento de Junts per Catalunya introduce un nuevo párrafo en el artículo 4.2 de la citada ley para facilitar la investidura de huido: "En caso de ausencia, enfermedad o impedimento del candidato o candidata en el momento de presentar el programa de gobierno y solicitar la confianza del pleno del Parlamento, éste podrá autorizar, por mayoría absoluta, la celebración del debate de investidura sin la presencia o sin la intervención del candidato o candidata. En este caso, la presentación del programa y la petición de confianza a la cámara se podrá hacer por escrito o por cualquier otro medio".
Otra de las modificaciones avanza que "todos los órganos colegiados previstos en esta ley se pueden constituir, convocar, celebrar sus reuniones, adoptar acuerdos y remitir actas tanto de forma presencial como a distancia, salvo que su reglamento interno recoja expresa y excepcionalmente lo contrario".
Por correo electrónico también
En cuanto al procedimiento técnico, Junts per Catalunya avala que se pueda efectuar una investidura no sólo por teléfono, sino también a través del correo electrónico. El texto de la propuesta sostiene: "En las sesiones que celebren los órganos colegiados a distancia, sus miembros podrán encontrarse en diferentes lugares siempre que se asegure por medios electrónicos, considerando también los telefónicos y audiovisuales, la identidad de los miembros o personas que los suplan, el contenido de sus manifestaciones, el momento en que se producen así como la interactividad e intercomunicación entre ellos en tiempo real y la disponibilidad de los medios durante la sesión. Entre otros, se consideran incluidos entre los medios electrónicos válidos el correo electrónico, las audioconferencias y las videoconferencias".
El escrito firmado por Artadi supone otro escollo para ERC, que aspiraba a evitar la conflictividad parlamentaria que marcó la pasada legislatura y facilitar el arranque de la actual. El argumento de los republicanos es que Carles Puigdemont tiene en sus manos la derogación del artículo 155 si renuncia al choque institucional y a una presidencia abocada al fracaso por las cargas judiciales.
A pesar de que Junts per Catalunya ya no niega la posibilidad de un candidato alternativo, la propia Artadi, el alcalde de Mollerusa, Marc Solsona, y el de Valls, Albert Batet, la intención del entorno de Puigdemont es forzar al máximo la maquinaria parlamentaria y obligar a ERC a mostrar algo más que buenas palabras y ofrecimientos simbólicos respecto al expresidente.
Tiempo muerto
El informe de los letrados del Parlament en el que se sostiene que la cuenta atrás para la repetición de las elecciones no empezará hasta que se produzca una primera votación de investidura da cobertura para que ERC y Junts per Catalunya prolonguen sus debates, pero la inclusión en el registro de la propuesta de Artadi mostrará hasta qué punto están dispuestos los republicanos a investir al hombre de Waterloo.
Nada parece indicar que la resolución del contencioso entre ERC y Puigdemont esté próxima. Transcurridos diez días de la no investidura, los grandes acuerdos son que el ejecutivo tendrá que tener el mismo número de hombres y mujeres, así como de republicanos y junteros, más la reactivación de la asamblea de electos como corte de Puigdemont en Bélgica. Sin embargo, la cuestión central, la investidura del expresidente, permanece encallada, si bien con Artadi en la recámara como plan b.