Las negociaciones entre Junts per Catalunya y ERC para la investidura de Carles Puigdemont avanzan por "buen camino", según las partes, pero dominan la confusión y las contradicciones. El fugado ha recibido en un hotel de Bruselas a su grupo parlamentario en pleno así como a los diputados de la CUP Carles Riera y Vidal Aragonés. En el orden del día, un único punto, el nombramiento de Puigdemont, y la misión de repartir doctrina.
Uno de los portavoces del expresidente huido, el diputado Eduard Pujol, exdirector de la radio del conde de Godó, sostiene sin ambages que sólo hay un presidente posible y una única forma de investidura, que su líder no será un caudillo "simbólico" ni un florero como propone el preso Junqueras y que la democracia no admite apellidos. A pesar de los escollos judiciales y reglamentarios, Pujol advierte de que su líder rechaza los atajos de ERC para quitárselo de en medio y levantar el artículo 155. Aún así, asegura que el acuerdo con republicanos y cuperos está prácticamente en ciernes y se anunciará en los próximos días.
ERC insiste en la vía de la presidencia simbólica que avanzó la pasada semana Oriol Junqueras. Consideran en la formación republicana que puede haber un gobierno catalán "legítimo" en el "exilio" y otro "efectivo" formado por un presidente y unos consejeros sin cargas judiciales y que se ocupen del día a día mientras Puigdemont "hace política" en Waterloo como Mas desde su despacho de ex en el paseo de Gracia.
El fugado está dispuesto a quedarse por tiempo indefinido en las cercanías de Bruselas y convertir su napoleónica mansión de la rue del Abogado en el palacio de la Generalidad en Bélgica, pero no se apea del burro de ser investido por el Parlament y en el Parlament. A la contra, el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, apuntaba en Barcelona que la opción de que Puigdemont sea el presidente de una "asamblea de electos" le "suena bien". Lo que sea, vino a decir, con tal de que no tenga consecuencias penales y permita acabar con la intervención del 155.
"Asamblea de electos"
La citada asamblea también está en mente del PDeCAT, pero, de momento, no tiene recorrido para Puigdemont y sus fieles. Se trata de un ente de ascendencia batasuna ideado por la "Associació de Municipis per la Independència" (AMI) hace dos años y en el que constan inscritos unos cuatro mil concejales, alcaldes y diputados nacionales, autonómicos y europeos, todos ellos separatistas. Se montó con la idea de suplir a las instituciones políticas de Cataluña en caso de intervención por parte del Gobierno, pero a pesar del 155 permanece en estado latente. Salía en el acuerdo de investidura que no llegaron a firmar hace una semana ERC, la plataforma de Puigdemont y la CUP como uno de los elementos clave para pasar del "proceso" al "proceso constituyente" y aplicar la república proclamada a escondidas del Estado.
El informe de los letrados
El entorno del expresidente pretende prolongar las negociaciones y estirar la goma sine die las negociaciones y no descarta la repetición de las elecciones. Está pendiente el informe de los letrados de la cámara catalana sobre la cuestión de los plazos que debe determinar si la suspensión del pleno hace una semana es tiempo muerto o ya se ha iniciado la cuenta atrás de una repetición de las elecciones. El dictamen se conocerá, salvo dilación, este martes y en ERC se le atribuye un gran peso a pesar de que no es vinculante.
Tic tac electoral
Si abunda en la tesis del tic tac electoral, los republicanos redoblarán la presión sobre Puigdemont para que dé un paso a un lado y el papel de unos letrados que no tenía la más mínima importancia hace unos meses para el bloque separatista, cuando se dinamitó el "Parlament" para aprobar las "leyes de desconexión", pasará a tener valor de ley para ERC.