Albert Rivera y Pablo Iglesias han acordado este miércoles, durante una conversación telefónica, iniciar contactos sobre la reforma de la ley electoral, uno de los escasos asuntos de coincidencia programática entre Ciudadanos y Podemos, que se aborda en una subcomisión creada especialmente esta legislatura en el Congreso.
Tras la conversación entre ambos líderes, sus respectivos portavoces parlamentarios, Juan Carlos Girauta e Irene Montero, han acordado una primera reunión de equipos de trabajo el próximo jueves ocho de febrero.
Ya el pasado viernes, Rivera anunció en Toledo, donde concentró durante dos días a su Ejecutiva, una ronda de contactos con PP, PSOE y Podemos para abordar lo que considera una prioridad: modificar la LOREG vigente desde 1977, la misma norma que se aplica en Cataluña y que, a juicio del partido naranja, ha facilitado una nueva mayoría de los independentistas en las elecciones del 21-D, por el mayor peso del voto en las zonas rurales.
Fuentes del partido naranja justifican iniciar la ronda con Podemos "al tratarse del partido, en principio, más proclive a desbloquear la reforma de la ley electoral". Rivera ya se ha fijado públicamente el ambicioso objetivo de que los españoles concurran a las próximas elecciones generales (a celebrar en 2020, si no hay adelanto) con un nuevo sistema.
Dos modelos, naranja y morado, de reforma
El modelo de Ciudadanos, presentado por Rivera por primera vez en Cádiz en el otoño de 2015, se inspira en el alemán, con la complejidad de introducir una doble urna,una para elegir listas, que tendría que ser desbloqueadas, y otra para elegir a diputados en circunscripciones uninominales. En palabras sintéticas que suelen emplear los dirigentes naranja, se trataría de "elegir a partidos y a personas".
El actual Congreso se partiría en dos, para elegir la mitad de sus diputados en circunscripciones pequeñas de elección unipersonal, definidas siempre en función a su población, aunque en todo caso más pequeñas que una provincia. La otra mitad se elegiría por listas presentadas por los partidos en circunscripciones de ámbito nacional, estableciendo un mínimo del 3% de votos en toda España para poder obtener representación.
Los diputados que podemos llamar de cercanía (la filosofía que subyace es empoderar a los ciudadanos para que identifiquen a su representante y al mismo tiempo vincular la carrera del político a la voluntad popular y no al dedazo del jefe del partido de turno que, como ahora, le coloca en las listas) se integrarían en la lista definitiva que corresponderá a cada formación política por el resultado final.
Acuerdo en cambiar el voto rogado
Desde Podemos aseguran que quieren realizar una"reforma completa" de la ley electoral. Entre sus propuestas está crear una circunscripción autonómica –en lugar de provincial–, aumentar el número de diputados a elegir de 350 a 400 (algo que contempla la Constitución) y sustituir la fórmula de D'Hont "por otra" para "garantizar una mayor proporcionalidad" en la distribución de los diputados.
Los de Pablo Iglesias también quieren que se reduzcan los gastos electorales, que se controlen los límites a la financiación bancaria del gasto electoral, un mailing conjunto para todos los partidos y la obligatoriedad de debates electorales televisados. La formación morada plantea también estudiar una bajada a los dieciséis años la edad para poder votar, algo con lo que no coincide Ciudadanos.
Ambos partidos se muestran también muy críticos con las dificultades que supone el voto rogado para los españoles residentes en el extranjero y abogan por facilitar los tramites para acceder al mismo.