El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha denunciado este miércoles en la tribuna del Congreso de los Diputados, durante su respuesta a una interpelación del PDeCAT por las cargas policiales del 1-O, ataques durante el pasado fin de semana en Cataluña contra "alguna vivienda particular de algún juez o algún fiscal". Catalá, que no ha dado más detalles, ha asegurado que estos "atentados contra el patrimonio personal y familiar" de estos profesionales de la Justicia son "impropios de una democracia". Las víctimas de los mismos no habrían querido hacerlos públicos.
Por su parte, el diputado de la antigua Convergencia, Jordi Xuclá, le ha reprochado el uso de "porras" durante la jornada del referéndum independentista ilegal, y ha asegurado que no había "base legal" para aplicar el artículo 155.
Para el ministro, quienes deben pedir perdón son aquellos que han alimentado "la confrontación social y el conflicto" y quienes parece que no quieren vivir en libertad y democracia, sino que viven "cómodamente en una sociedad que amenaza, coacciona y limita los derechos de los discrepantes". "No conozco a ningún constitucionalista que haya ido a amenazar, a coaccionar o a pintar la fachada de ningún independentista. Y sí a muchos independentistas que han hecho escraches a los jueces, pintadas en los comercios y en las viviendas y cortar los suministros de energía a servidores públicos como jueces y fiscales", se ha quejado.
La "indigna y furtiva" fuga de Puigdemont
Catalá ha arremetido contra Carles Puigdemont por huir "indigna y furtivamente" de noche para tratar de eludir la acción de la Justicia, y Xuclá le ha rebatido que Puigdemont "colabora con la Justicia, con la Justicia belga" que "ni detiene preventivamente, ni pide fianzas ni hace lo que hace la Justicia española".
El ministro, por contra, ha opinado que Puigdemont está más por "tener cenas" o por "disfrutar del clima de Bruselas" que por colaborar por la Justicia.