El adoctrinamiento en las escuelas, denunciado en Cataluña con motivo del desafío secesionista pero también en otras comunidades como Baleares y Valencia, ha dejado claro este martes la existencia de dos bloques en el Congreso de los Diputados.
Uno, el que niega que exista tal adoctrinamiento, o que lo considera anecdótico, y que se niega a modificar la Alta Inspección del Estado, tal y como han solicitado en dos iniciativas Ciudadanos y PP, que serán tumbadas (la votación tendrá lugar el próximo jueves) al sumarse el PSOE a Podemos y los nacionalistas. El otro, derrotado parlamentariamente, el que forman el partido en el Gobierno y su principal socio parlamentario.
De la importancia del envite da cuenta que ha sido el propio Albert Rivera quien se encaramaba a la tribuna de oradores para defender la proposición de Ley de su grupo, similar a la no de ley presentada por los populares y que será igualmente rechazada.
Pocas veces el líder naranja ha recibido más críticas en los dos años que lleva en la cámara baja. El diputado del PDeCAT Sergi Miquel le acusaba de "mentir" y le reprochaba ser "hijo de las escuela catalana" que ahora ataca, mientras Rivera le mostraba desde su escaño la fotografía de una escuela pública de Cataluña con una estelada independentista en la puerta; el diputado de la confluencia catalana de Podemos, Joan Mena, llegaba a tildar de "gorrinos" a los representantes de Ciudadanos, una expresión que se negaba a retirar pese a la petición expresa de la presidenta del Congreso, Ana Pastor; parecidas invectivas recibía del resto de grupos, incluido Bildu, mientras que la diputada del PSOE, María Luz Martínez Seijo, llegaba a tildar de "bodrio" la reforma, y pedía a Rivera: "Deje la campaña electoral".
Rivera: "Los gobiernos de España han omitido su obligación"
El líder de Ciudadanos ha centrado en los dos grandes partidos, pero particularmente en el PSOE, sus críticas, por considerar que los socialistas "se ponen enfrente de la Constitución" por no desarrollar la competencia de la Alta Inspección que contempla el articulo 27 de la Carta Magna.
Algo que, a su juicio, al igual que en el caso de los populares, se debe a sus pactos de las últimas décadas con los nacionalistas: "Seguramente muchos votantes socialistas o del PP están de acuerdo en que haya una inspección, como en otros países, para garantizar y velar por la igualdad de todos los españoles. ¿Qué ha sucedido por el camino? Que los sucesivos gobiernos de España han omitido una obligación. Y este poder legislativo, con mayorías dependientes en algunos de los casos de partidos nacionalistas, no lo han hecho. ¿Por qué? Porque el nacionalismo tenia un objetivo, que era convertir la educación en un lugar para trabajar por la destrucción y la liquidación de España".
Rivera mostraba un libro de texto en el que se habla de Cataluña como un país independiente, al mismo nivel que el Reino Unido o Alemania, para preguntarse: "¿Ustedes creen que los libros de texto en Cataluña tienen que decir lo que dice Puigdemont o lo que dice la Constitución?".