La "España plurinacional" de Pablo Iglesias tiene categorías. El líder de Podemos presentó este miércoles su nuevo libro: Repensar la España plurinacional en un acto en la Fundación Diario Madrid en el que estuvo acompañado por el candidato de Cataluña en Comú, Xavier Domènech. No llenó en un encuentro en el que explicó cómo es su modelo para España, clasificando a las diferentes comunidades autónomas en distintos niveles: desde "naciones" hasta "comunidades históricas".
Las naciones
Según Iglesias, "en España hay claramente cuatro naciones que comparten un estado: la nación española, Cataluña, la nación vasca y la nación gallega. Cuatro sentimientos nacionales que nadie podría poner en duda en tanto que existen, en tanto que hay poblaciones que tienen un sentimiento que se identifica con el término nación y que aspiran a instituciones para desarrollar ese sentimiento".
Los sentimientos populares
Después estarían, según el líder de Podemos, los "sentimientos populares que reclaman formas jurídicas autónomas y reconocimientos simbólicos propios que no podríamos identificar con amplios sentimientos nacionales y que han obtenido el reconocimiento jurídico de nacionalidad: Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares, Canarias… en el caso de Andalucía incluso el Estatuto de autonomía votado en 2017 habla de realidad nacional".
Comunidades históricas
En otro rango, están las "comunidades históricas como Asturias, Cantabria, Castilla y León, que reivindican una personalidad política propia en el marco del Estado". Iglesias dejaba fuera a Navarra y la mencionaba de forma separada: "La Ley de amejoramiento que, para algunos autores, daría estatutos similares a los de algunos estados libres asociados".
Y hasta aquí su clasificación. A comunidades como Murcia o La Rioja ni siquiera las menciona Iglesias en su proyecto para su "España plurinacional".
"Cuento"
A preguntas sobre cómo explicaría este planteamiento de país a un joven, Iglesias contó un "cuento". Se refirió a los pitos al himno en algunas finales de Copa del Rey celebradas en los últimos años entre Barça y Athletic, y pidió imaginar el mismo partido pero en "una Copa de la Fraternidad" en la que la final se juegue en "el campo del Rayo Vallecano, con un presidente de la República llamado Jordi Évole y nadie pite el himno".
Esa fue su forma de explicar la "plurinacionalidad" a un joven y aprovechó que estaba hablando de fútbol para manifestar que ve "normal" que jugadores como Piqué votaran en el referéndum del 1-O. "En este país se ha querido contar que un jugador de fútbol tiene que ser del Real Madrid, heterosexual y conservador, y eso es mentira para el fútbol y para el conjunto de nuestra patria. Es normal que en un equipo de fútbol español haya jugadores de derechas, de izquierdas, que se sientan profundamente catalanes o profundamente vascos, así como jugadores homosexuales o jugadores heterosexuales", finalizó.