En un acto de suprema cobardía, ajeno a cualquier formalidad parlamentaria, con la solemnidad de una asamblea de la CUP o de Ómnium, los diputados separatistas del parlamento catalán han votado en secreto la proclamación de la república, una república anónima, del miedo. La presidenta de la cámara, Carme Forcadell, fue la encargada de leer un fragmento de la "propuesta de resolución" de Juntos por el Sí y de la CUP: "Constituimos la República catalana como estado independiente y soberano de derecho democrático y social". También aludió a la entrada en vigor de la ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la república, a la comunicación del nuevo estatus de Cataluña a los organismos internacionales así como a la apertura de "negociaciones" con el Reino de España con la asistencia de mediadores internacionales como testigos. La lectura de Forcadell fue previa a la votación y lo más parecido que hubo a una proclamación estricta.
Después vino el voto del miedo, el subterfugio para eludir responsabilidades, la penosa culminación del proceso separatista y la voladura del parlamento catalán. Medio millar de alcaldes vociferantes ocupaban la sala de actos del edificio. Cientos de invitados de los dos grupos separatistas se paseaban por las instalaciones en una auténtica ocupación del Parlament. Las banderas del edificio habían sido arriadas. Miles de personas "protegían" a los diputados fuera del parque de la Ciudadela.
Fiesta en la cámara catalana
Tras la atropellada votación, las escaleras del Parlament acogieron los discursos de la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, Oriol Junqueras y Carles Puigdemont. Parecía una concentración tumultuosa con los alcaldes aireando las varas. Emocionados abrazados entre diputados, activistas, exautoridades y vips de la república. Xavier Trias, el penúltimo alcalde de Barcelona, se fundía en un abrazo con la diputada de la CUP Eulàlia Reguant. Gran euforia y llamamiento de Puigdemont a defender las instituciones. Ninguno de los tres aludió a los 'Jordis'. Junqueras y el todavía president apelaban al civismo. El primero recomendó "humildad" a los suyos. Se disolvió el evento con otra patriótica interpretación a grito pelado de Els Segadors.
La sesión comenzó con más de una hora de retraso y con los accidentes propios de la política catalana. Un informe de los letrados de la cámara advertía que lo que pretendían hacer ERC, el PDeCAT y la CUP era ilegal. Forcadell tenía prisa. Tras las intervenciones de diez minutos de los portavoces pasó a las votaciones de las propuestas (Cataluña Sí se Puede, el PSC y Ciudadanos presentaron resoluciones) hasta que el diputado Roger Torrent, de ERC y alcalde de Sarriá de Ter (Gerona), tuvo el dudoso honor de solicitar la medida del voto secreto para abordar la "propuesta de resolución" a modo de declaración de independencia. El popular Santi Rodríguez calificó el método de "valiente" y Joan Coscubiela, de una dividida Cataluña Sí se Puede, censuró la falta de coraje, dignidad y respeto de los diputados "republicanos". "No es de recibo. Tienen que dar la cara", clamó Coscubiela. Inés Arrimadas, Miquel Iceta y Xavier García Albiol clamaron en vano por un turno de palabra. Sólo a Arrimadas le concedió tres minutos Forcadell para que replicara a una alusión directa de la portavoz de Juntos por el Sí Marta Rovira, quien acusó a la jefa de la oposición de estar detrás de unos supuestos seguimientos policiales que la política independentista dijo sufrir. También aludió la dirigente de ERC al encarcelamiento de los cabecillas de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Inés Arrimadas replicó: "Señora Rovira, con su intervención nos ha demostrado que no tiene ni idea de lo que es una democracia. Pero cómo me pide a mi que le diga a los jueces que liberen a los 'Jordis'".
Anna Gabriel intervino después para asegurar que las votaciones secretas no son el estilo de la CUP pero "porque sabemos lo que son las torturas y la represión hemos accedido a la petición de Juntos por el Sí". El resultado del esperpento, al que no asistieron los diputados de los grupos del PSC, PP y Ciudadanos, fue de diez votos en contra, dos en blanco y setenta a favor. Una parte de los podemitas encabezada por Albano Dante Fachin contribuyó a la estrategia de los separatistas. La otra, con Coscubiela a la cabeza, exhibió el sentido de su voto entre abucheos separatistas y gritos por parte del antecitado Dante Fachin.
Intervenciones de la oposición
Tras el recuento, el himno de Els Segadors y acto seguido, baño de muchedumbres fuera del hemiciclo, aún en el edificio. La proclamación cayó un minuto antes de las 15:30. Cataluña comenzaba su andadura como Estado independiente en forma de república.
Vibrantes discursos de los parlamentarios de la oposición. La palabra España se pronunció varias veces en el Parlament. Abrió tanda el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, que denunció que el separatismo pretende llegar a la independencia con unas leyes que son unos "bodrios". Acusó a convergentes y republicanos de practicar el señalamiento y de intentar expulsar a más de la mitad de los catalanes de la comunidad política. Denunció los insultos de Lluís Llach a los dirigentes europeos y rompió el "papel" de Juntos por el Sí y la CUP: "Esto que han redactado rompe la convivencia; con este papel han dejado a los catalanes que no les siguen huérfanos de gobierno. Ciudadanos no va a permitir que se rompa España y que nos arruinen".
La portavoz del PSC, Eva Granados, fue inclemente: "Vaya país intolerante, sectario y excluyente que han creado. Recuerdo a los trabajadores que vinieron de fuera para levantar codo a codo con Cataluña. No nos obliguen a elegir. No tienen derecho". También denunció la "estrategia pagada con el dinero de todos para inocular el odio contra España. Todo esto ha sido deliberado ¡Qué país quieren construir! Ustedes son unos inconscientes. Cataluña somos todos y la Generalidad también somos todos. Los socialistas estamos con las personas angustiadas. Hemos recibido insultos, nos han pintado las sedes con la palabra 'fascista'. A los alcaldes socialistas se les ha dicho que o renuncian a sus ideas o los echan de la alcaldía. Ustedes hoy lo revientan todo, lo destrozan todo. Para reformar el Estatut se necesitan noventa votos, ¿valen 72 para derogarlo? El 155 es la consecuencia de una salida de la legalidad de ustedes, no de una acción del Gobierno. No votaremos y nos ausentaremos para no ser corresponsables de lo que se está a punto de hacer".
El orgullo de "Españistán"
Alejandro Fernández, del PP, dividió en dos partes su intervención. En la primera recordó que "en este día negro para nuestra democracia cabe recordar que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto en 2010 no impidió que Convergencia votará con el PP durante dos años, hasta 2012". En la segunda, repasó en un minuto y medio la historia de los grandes artistas, literatos y científicos españoles. Emotivo discurso que completó con alusiones a los todavía vicepresidente y presidente de la Generalidad: "Junqueras, no nos llore más. A la vida adulta se viene llorado. No manipule a los catalanes". Puigdemont, ¿no le da vergüenza liderar una fuerza que sólo se dedica a señalar y llamar facha a todo el mundo menos a ustedes y Maduro? España no es 'Españistán', España no es caspa".
Los discursos separatistas oscilaron entre lo épico y lo cutre. El diputado cupero Carles Riera se remontó hasta la Guerra de los segadores y anunció "el principio del fin del régimen del 78 y la monarquía borbónica". "Es un día feliz. Viva la tierra", concluyó.
El 3%, por la república
En el día de la república también tuvo su turno Germà Gordó (el diputado expulsado del PDeCAT desde que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña le investiga por su presunto papel como recadero de Artur Mas en el cobro de comisiones). Mostró sus dudas jurídicas, pero añadió que "teniendo en cuenta a nuestras madres y nuestras hijas que fueron golpeadas por ir a votar y la situación de prisión de dos líderes sociales claramente pacifista votaré sí a la república".
Más disparatada resultó la intervención de Marta Rovira, que fundamentó la república en el recibo de la luz: "Este parlamento legisló contra la subida de la luz y nos tumbaron la ley. España es un Estado oligopólico que obliga a los ciudadanos a pagar más cara la factura de la luz. Por eso estamos aquí. Nosotros pusimos las urnas para todos. El 1-O garantizamos los derechos de todos. La soberanía ya es del pueblo. Los derechos que se hicieron reales el 1-O se han de hacer ley. Cataluña ya no se puede gobernar sin el permiso de los ciudadanos.El Estado es incapaz de tener una conversación adulta. No será fácil, no será gratuito, pero sabemos que tenemos el talento, la determinación, la sociedad civil y la civilidad para hacer realidad la república".
Concentraciones separatistas
Ese fue el nivel. La multitud concentrada a unos doscientos metros del Parlament aceptó la lectura de un fragmento de la proposición de independencia y el voto secreto. Querían una república y les dieron república, una república anónima y secreta que no sólo genera miedo entre los diputados y consejeros, sino que ha provocado una masiva fuga de capitales y de empresas, algunas de ellas grandes patrocinadoras del proceso separatista.
Se retiran las banderas españolas de edificios públicos de la Generalidad y en ayuntamientos gobernados por los partidos separatistas. La multitud se ha trasladado a la plaza de San Jaime, ante el palacio de la Generalidad. La ANC y Ómnium han organizado la "Fiesta de la República" con actuaciones musicales. Piden que se arríe la bandera española que a las seis de la tarde aún ondeaba en el Palau.
Convocatoria contra el separatismo
Sociedad Civil Catalana ha convocado a los ciudadanos no separatistas a una manifestación este domingo a las doce en Barcelona. El punto de concentración es el paseo de Gracia con la calle Diputación. El escenario estará en la Gran Vía. Se apela al 8 de octubre, cuando un millón de personas con banderas de España se manifestó en la capital catalana. A las cinco y media de este viernes "republicano" en Cataluña, grupos de jóvenes con banderas de España se concentran en la plaza de Artós, en Barcelona. En Hospitalet se ha instado a una convocatoria "unionista" (así llaman en los medios públicos catalanes a los contrarios al separatismo) frente al Ayuntamiento.
En Cataluña ya rige la república de los separatistas. Por lo pronto hasta la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución.