Sólo pasaban unas horas desde que Pedro Sánchez manifestara a Mariano Rajoy que sigue apoyando al Gobierno en su respuesta frente al golpe secesionista y el PSOE volvía a erosionar la unidad. En el permanente juego de equilibrios que utilizan para defender y apoyar al ejecutivo al mismo tiempo, la portavoz parlamentaria, Margarita Robles anunció la reprobación de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por las cargas policiales del pasado domingo 1 de octubre.
El grupo socialista presentó este martes una interpelación urgente en el registro del Congreso de los Diputados "para explicar y asumir responsabilidades por las directrices que se dieron desde la vicepresidencia del Gobierno, como encargada de la coordinación del Gobierno, que dieron lugar a centenares de heridos en Barcelona", explicó Robles en rueda de prensa en el Congreso.
Una interpelación que –ya adelantan–, pretenden convertir en una moción de reprobación sin haber escuchado aún a la número dos del ejecutivo. "Esta interpelación derivará la semana que viene en una moción en la que entendemos que, a la vista del debate, procederá la reprobación".
Un principio de retirada de los socialistas en el apoyo al Gobierno que fue negado por la portavoz parlamentaria del partido: "Mantenemos nuestro apoyo al Estado a pesar del Gobierno" y a pesar de las cargas policiales que este lunes motivaron la queja de Sánchez a Rajoy en Moncloa. Robles añadió "nuestro máximo apoyo, sin fisuras y con toda contundencia, a las fuerzas de seguridad del Estado" y "nuestro apoyo inequívoco a los jueces y fiscales de Cataluña".
Robles explicó que algunas de las actuaciones policiales son "reprobables" y "el PSOE las condena con toda rotundidad" pero las enmarca en "un problema político" responsabilidad del Gobierno, no de los agentes que "cumplieron órdenes recibidas y queremos que la vicepresidenta nos las explique y asuma responsabilidades por ello".
En la noche del domingo, el secretario general manifestó en su comparecencia en Ferraz el "profundo malestar" del PSOE con las cargas policiales y anunció la petición de responsabilidades en el Congreso. Fuentes socialistas apuntaban entonces al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, como responsable del operativo policial. Pero tras manifestar Sánchez sus quejas a Rajoy en Moncloa este lunes, el PSOE ha decidido subir un grado más en la petición de explicaciones.
Indignación en el PP
La indignación en el Gobierno y el PP fue enorme. Pese a ello, en aras de intentar mantener la endeble unidad, las palabras más duras contra el PSOE se hicieron en privado. En público, fue Rafael Hernando el encargado de mostrar el malestar de Mariano Rajoy por la decisión socialista. "Ese no es el camino", enfatizó, reclamando a renglón seguido "mensajes de unidad y no de confrontación".
"Si Sánchez ha definido una estrategia de situarse al lado de Podemos y ERC que se lo comunique a los españoles", emplazó Hernando. La petición de reprobación, sostuvo, es "inoportuna e irresponsable". A micrófono apagado, los cargos populares consultados por este diario fueron mucho más duros. "Se han vuelto locos, es un auténtico escándalo y una vergüenza", en palabras de un alto cargo de Génova.
En Moncloa también se lamentaron pero insistieron en que el plan del presidente es hacer todo lo posible para que no se rompa el eje constitucionalista. De hecho, la propia Santamaría habló de una interlocución fluida y no descartó la aplicación del artículo 155 de la Constitución.