Ni Puigdemont, ni junqueras, ni Trapero. El blanco de los ataques del PSOE lo ha ocupado este martes el Fiscal General del estado, José Manuel Maza, cuya actitud es calificada de "impresentable" en los círculos socialistas. Sus declaraciones este lunes dejando "abierta" la posibilidad de procesar al presidente catalán por un delito de malversación de fondos públicos, que conllevaría delito de prisión, ha encendido la furia de los dirigentes socialistas consultados por Libertad Digital que, en privado, pedían "que se calle la boca" y abandone el "excesivo protagonismo" que, según ellos, caracteriza al Fiscal Jefe.
"Con la que está cayendo no puede ir de bolos por las radios cada dos días", denunciaban a este diario diversos cargos de la dirección socialista para quienes son "cuestionables" las palabras de Maza pero también sus hechos como las actuaciones contra los alcaldes y las detenciones de los miembros de la Generalidad que han firmado el referéndum.
Un enfado que, no obstante, no se ha circunscrito al ámbito privado. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, mandó este martes un mensaje "de mesura" en la cuenta atrás para el referéndum ilegal del próximo domingo que recordó al Gobierno de España "que la prudencia es buena para todos, incluido el Fiscal General del Estado. Han sobrado amenazas y ha faltado diálogo", dijo Sánchez en referencia a Maza.
En su intervención ante la interparlamentaria del grupo socialista en el Senado, el secretario general del PSOE retrocedido así en su frente de acción conjunta con el Gobierno al denunciar que el Ejecutivo de Mariano Rajoy delegue en los jueces su respuesta al desafío independentista.
"¿De qué sirve un Gobierno que delega sus funciones en los tribunales?", se preguntó Sánchez en su intervención ante la interparlamentaria del grupo socialista en el Senado. "Es evidente que los jueces y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cumplen con su deber pero esta crisis sólo tendrá solución si los políticos cumplen también con su deber que es dialogar, pactar y encontrar un pacto en el conjunto de la sociedad catalana".
Sánchez recuperó las críticas contra Rajoy en su visita a EEUU al decir que "Rajoy y Trump no necesitan traductores porque hablan el mismo idioma", señaló en referencia a la política de refugiados.
Aunque, pese a todo, sacó pecho de su política de oposición de Estado porque "no es momento de ideologías ni de votos. Lo que nos estamos jugando es la convivencia y la fracturas. El planteamiento no es ni de votos, siglas ni partido sino de Estado y de democracia. Es importante reivindicar que estamos en una oposición de Estado".
Reflexión a Puigdemont
Mucho más comedido se mostró el secretario general de los socialistas al referirse al gobierno de la Generalidad al hacer este llamamiento: "Me gustaría trasladar al gobierno de Cataluña nuestra petición de que reflexionen, que abandonen esta huida hacia adelante que solamente va a traer confrontación, fractura y frustración en la sociedad catalana".
Y a Podemos: "Que tengan mucho cuidado no vaya a ser que la posición que están manteniendo en torno al 1 de octubre vaya a servir de coartada al independentismo para declarar unilateralmente la independencia el 4 de octubre" en el pleno convocado en el parlamento catalán.