La CUP de Barcelona ha impulsado los Comités de Defensa del Referéndum (CDR) en todos los distritos de la capital catalana. No es casualidad, obviamente, que las siglas coincidan con las de los castristas Comités de Defensa de la Revolución. Comparten también el mismo objetivo que no es otro que señalar, perseguir y amedrentar al disidente.
En palabras a los medios de la concejal de la CUP Maria Rovira estos puntos de defensa del 1 de octubre harán un "llamamiento a los vecinos para que se movilicen", promoverán "acciones para garantizar el 1-O y ayudarán a personas mayores y a las que no tienen acceso a Internet para que sepan dónde puedan votar".
La concejal ha añadido que "invitarán a estas personas a colgar carteles con la información del colegio electoral que le corresponde en sus escaleras de vecinos, porque todos los que residan ahí tienen asignado el mismo punto". Estos comités, que la CUP empezó a promover hace semanas incluyen, según la formación totalitaria, a entidades, asociaciones, partidos y vecinos que deliberan sobre cómo "garantizar y defender el referéndum, con información, acciones y resistencia pasiva".
"Ambiente de miedo"
El líder municipal de la CUP ha dicho que el Gobierno central "quiere instaurar un ambiente de miedo y que la gente se queda en casa", con un estado de excepción no declarado, y ha sostenido que los refuerzos de Policía Nacional y Guardia Civil sólo encontrarán en Cataluña un pueblo pacífico y con la firme intención de votar. Ha augurado que encontrará "un pueblo tranquilo y convencido de que es la democracia la que abrirá las puertas a una nueva democracia, rompiendo con esta democracia y esta monarquía herederas del franquismo", y ha asegurado que, tranquilos y firmes, los catalanes votarán el 1 de octubre.
Otra paralelismo con los siniestros Comités de Defensa de la Revolución castristas es que se legitima el acoso al disidente en la supuesta agresión del enemigo exterior. Aquí el Gobierno español ocupa el lugar del "imperialismo yanqui" en Cuba.