Casi ochenta años después de su ejecución por un tribunal franquista al final de la Guerra Civil, la figura del que fuera presidente catalán en los años treinta, Lluís Companys, ha sido objeto de debate en el pleno del Congreso de los Diputados, a menos de veinte días del 1 de octubre, fecha en la que el secesionismo amenaza con llevar a cabo el referéndum de independencia que ya ha decretado ilegal el Tribunal Constitucional.
El PSOE, primer partido de la oposición en la cámara baja, ha sacado a relucir al que considera un "símbolo" como víctima de la dictadura, tal y como ha asegurado su diputada Meritxell Batet, encargada de defender la Proposición no de Ley que, con el apoyo de Podemos y la abstención de Ciudadanos, saldrá adelante y que insta a anular los juicios de la dictadura, así como a reconocer la "honorabilidad de todas las víctimas de la represión franquista" tal y como reza el añadido al texto (sin carácter vinculante) introducido en una enmienda por la formación morada. Ciudadanos trató sin éxito de introducir otra enmienda que pretendía calificar de "ilegítimos" los juicios franquistas, sin declarar su nulidad, algo que su portavoz, Juan Carlos Girauta, calificaba de "redundante" con la Ley de Memoria Histórica.
La diputada popular Alicia Sánchez Camacho, centro de la polémica estos días por su encuentro con Carles Puigdemont durante un receso del pleno que aprobaba en el Parlamento de Cataluña las leyes de desconexión, ha asegurado que para su grupo Companys no es ni "un símbolo" ni "un mártir". La que fuera líder de los populares catalanes ha lamentado que se saque a relucir un asunto así justo al día siguiente del 11-S, que ha calificado como "la Diada de la desobediencia".
"No fue el presidente de todos los catalanes" ha asegurado desde la tribuna, donde ha pedido a socialistas y nacionalistas que lean a "sus correligionarios" como el líder catalanista de la época, Francesc Cambó, para recordar el papel de Companys en octubre de 1934, cuando se proclamó unilateralmente el "Estado Catalán" y cuando fue condenado por la II República.
ERC reprocha al PSOE que "llegue tarde"
Lo cierto es que este movimiento de los socialistas tampoco ha contentado a los independentistas como prueba la intervención del portavoz de ERC, Joan Tardá, quien arrancaba su intervención denunciando "la hipocresía y el cinismo del grupo socialista, mantenido en el tiempo".
Tardá ha hecho referencia a las enmiendas de su formación a la Ley de Memoria Histórica, impulsada en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, para reprochar al PSOE que llegue tarde, pues recientemente, ha recordado, fue el Parlamento catalán el que declaró nulas las sentencias franquistas. "Han tenido que pasar trece años, muchos, lo reconozco" enfatizaba desde la tribuna el dirigente republicano.
Un viraje impuesto por Pedro Sánchez
La iniciativa que ha sacado adelante ahora el PSOE fue acordada el pasado mes de julio por el secretario general del partido, Pedro Sánchez, tras una reunión con el líder del PSC, Miquel Iceta.
Tanto el PP como Ciudadanos han señalado el viraje de los socialistas, producido tras el regreso de Sánchez a Ferraz, recordando una intervención de su diputado José Andrés Torres Mora, el pasado marzo, cuando la Comisión Constitucional de la cámara baja rechazó declarar nulos los juicios de la dictadura con los votos de PP, PSOE y Ciudadanos, que ahora en cambio se ha abstenido.
En una dura intervención, hace sólo medio año, Torres Mora reprochó a Tardá y al portavoz de la confluencia catalana de Podemos, Xavier Domènech, que no quisieran "honrar a Companys", sino, dijo entonces, "deshonrar" a los españoles.