A diferencia de una ley o de otro tipo de iniciativas, el Congreso de los Diputados sólo puede hacer declaraciones institucionales con el acuerdo unánime de todos y cada uno de los partidos representados en él. Por eso, el veto de siete de los 350 diputados de la cámara baja, los cinco del PNV y los dos de Bildu, heredera de Batasuna, impedía este martes la lectura en la tribuna de un texto que el resto de partidos lograba consensuar en el vigésimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
A a pesar del veto de los nacionalistas vascos, que condenaba desde el principio a un callejón sin salida la declaración institucional, el resto de partidos consensuó, tras una tarde de largas negociaciones, un texto en recuerdo del concejal de Ermua que, eso sí, no pudo ser leído en el Hemiciclo.
Una tarde larga de negociaciones
Con la polémica por el veto del Ayuntamiento de Madrid al homenaje al concejal asesinado hace dos décadas presente durante toda la jornada, con María del Mar Blanco, hermana de la víctima, sentada en su escaño de la bancada del PP, y con varios diputados e incluso miembros del Gobierno, como el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, recordando en sus intervenciones (sobre otras cuestiones) lo sucedido esta misma semana de 1997, los grupos negociaron entre bambalinas una declaración institucional que finalmente ponía de acuerdo a PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos y los grupos nacionalistas, tras implicarse particularmente los populares en lograr el consenso de los de Pablo Iglesias. Un esfuerzo estéril, ante el rechazo de los parlamentarios de la formación ilegalizada en su día por sus vínculos con ETA.
Pese a todo, los populares enviaban a última hora de la tarde una declaración, que no pudo ser institucional. En el escrito, se proclama la "derrota" de ETA a manos del "Estado democrático y de derecho" y se señala que "solo desde la unidad y la suma de esfuerzos se puede derrotar a uno de los peores enemigos de la democracia que es el terrorismo".
El texto definitivo modifica algunos aspectos del borrador original redactado por el PP, en el que se apelaba a la derrota "policial" de ETA, término eliminado, se hablaba del "miedo" infundido por los terroristas como el "principal enemigo de la democracia", una afirmación que se sustituye por la de que el terrorismo es "uno de los mayores enemigos de la democracia" y, además, se evita decir que "la víctima debe ser quien guíe nuestra acción política" para afirmar, simplemente, que las víctimas son "nuestra referencia" en la lucha antiterrorista.
Podemos no respalda la declaración sobre Venezuela
Pero la declaración institucional fallida sobre Miguel Ángel Blanco no era la únicaque se negociaba este martes en el Congreso de los Diputados.
El Partido Popular intentaba que la Cámara Baja celebrara la excarcelación del opositor Leopoldo López y se pedía la liberación del resto de presos políticos del régimen de Nicolás Maduro, algo que no era posible por oponerse Podemos. Los morados proponían una redacción alternativa en la que pedían que se destacase la condena de "todas las violencias" en Venezuela.
Tampoco salía adelante otra declaración institucional propuesta por el PSOE sobre las últimas muertes de inmigrantes en aguas del mar de Alborán,hace una semana. Sorprendentemente, era Podemos el que también impedía que este texto se leyese en el Pleno. Los morados pretendían introducir modificaciones al texto como que se articulasen "vías legales y seguras para la entrada de inmigrantes", por ser una de las razones principales por las que estas personas arriesgan su vida.