La presentación de la ley del referéndum de Junts pel Sí y la CUP ha consistido en un mitin a cuatro voces por parte de los diputados antisistema amenizado con la lectura del articulado por parte de dos diputados de Junts pel Sí, uno del PDeCAT y otro de ERC. Joan Garriga, Benet Salellas, Gabriela Serra y Anna Gabriel han desestimado la letra pequeña para lanzar soflamas sobre la desobediencia mientras que el convergente Lluís Coromines y el republicano Jordi Orobitg se repartían la lectura, a veces comentada, de la nueva norma. También estaban Jordi Turull del PDeCAT, que abrió el acto, y Marta Rovira, la número dos de ERC, que intentó improvisar un discurso sobre la importancia de una alta participación en el referéndum.
Se trató de un acto en el Parlament, pero no de una sesión parlamentaria sino de una presentación del texto en el auditorio del edificio y abierta al público, formado mayoritariamente por diputados de Junts pel Sí y diputados de ERC como Joan Tardà y Gabriel Rufián. También estaban el inhabilitado Francesc Homs, la presidenta de la cámara Carme Forcadell y algunos miembros del gobierno regional, como Oriol Junqueras y Raül Romeva. Faltó Carles Puigdemont, quien esta mañana agradecía al cesado Jordi Baiget su "lealtad" en el acto de nombramiento de Santi Vila como titular de Empresa y Conocimiento. A última hora de la mañana, Puigdemont designaba consejero de Cultura en sustitución de Vila a Lluís Puig i Gordi, hasta ahora director general de Cultura Popular, Asociacionisme i Acció Cultural.
Sindicatura Electoral
De la ley del referéndum destaca la creación de una Sindicatura Electoral de Cataluña, que estará formada por cinco personas designadas por el Parlament por mayoría absoluta, así como la elección por sorteo de los presidentes y vocales de mesa para el referéndum. Su presencia será "obligatoria". Se afirma en el proyecto de ley que la Generalidad elaborará el censo y que la inclusión de los ciudadanos no requiere de autorización previa por parte de los mismos. Sobre la validez del censo, ningún problema. Será la nueva Sindicatura Electoral la que dará el visto bueno.
Según los diputados de la CUP, el de este martes es un "acto de autodeterminación sin retorno" y una "victoria frente a las amenazas del Estado". En el ambiente flotaba el expeditivo cese de Baiget y la profunda contestación a Puigdemont en el seno del PDeCAT.