Rajoy sabía desde este martes los planes del supuesto desarme de la banda terrorista. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Joseba Egibar ha confirmado que el lehendakari mantuvo contactos con el presidente del Gobierno para comunicarle los planes de ETA.
Egibar ha asegurado en una entrevista en Radio Euskadi que el objetivo de esas conversaciones era solicitar a Rajoy que se "dejara hacer" y que el Gobierno esté "a la altura de las circunstancias". "No estoy en el secreto de la conversación, pero la intencionalidad es ésa, dejar hacer y estar a la altura de las circunstancias para que cinco años y medio después de que una organización decida dejar las armas y que no sepa o no acierte o no se le deje desarmar es una historia que, con el transcurso del tiempo se demuestra que ha estado mal gestionada", ha apuntado.
Ante el anuncio de que ETA va a estar desarmada para el 8 de abril, el presidente de la ejecutiva guipuzcoana del PNV ha pedido "altura de miras, perspectiva y no entorpecer" y ha apuntado que, si se produce este proceso, "al otro lado tiene que haber alguna instancia judicial o política".
"Cuanto menos dejar hacer para que una autoridad verifique la operación en un acto único y que podamos pasar pagina para lo que puede ser otro escenario", ha añadido.
El diario El País apunta más detalles de ese reunión que duró una hora y media. Según la información publicada, Urkullu pidió a Rajoy que facilitara ese desarme. El lehendakari lo que quería era evitar obstáculos del pasado, cuando en momentos clave el Gobierno pidió a Francia que incrementara la presión contra ETA. Según fuentes del PNV, Rajoy no se comprometió a nada.
Este viernes el jefe del Ejecutivo hizo pública su postura: "ETA ha decidido desarmarse unilaterlmente. Que lo haga y de paso se disuelva". "El Gobierno de España hará lo que ha hecho siempre: aplicar la ley. Y no hay más que decir". Y, ante las preguntas de los periodistas, portavoces de la Moncloa rehusaron aclarar posibles contactos con Urkullu, informa P. Montesinos. Según Íñigo Méndez de Vigo, Rajoy conoció la confirmación del paso de ETA en el transcurso del Consejo de Ministros e impuso cautela.
Por su parte, el lehendakari, Íñigo Urkullu, dijo en público lo que ya le había adelantado a Rajoy en privado. Solicitó a los gobiernos español y francés "altura de miras y canales de comunicación directos" orientados al logro "de este objetivo de valor histórico".
En una comparecencia en San Sebastián aseguró que el Gobierno Vasco ha estado "directamente informado" sobre la posibilidad de este desarme, y considera que "se dan las condiciones para explorarla".
Dijo que su Ejecutivo "ha manifestado reiteradamente que la mejor garantía de seriedad en este tipo de procesos consiste en preservar la discreción todo cuanto sea posible", algo que propone también al Gobierno español y al galo, a los que pide "canales de comunicación directos, alejados de la sobreexposición mediática".