Llevan dos meses negociando y no hay avances concretos sobre el papel. Tan sólo uno no menor: la voluntad de que PSC y PSOE sigan caminando juntos tras haber estado al borde de la ruptura cuando los socialistas catalanes rompieron deliberadamente la disciplina de voto en la investidura de Mariano Rajoy el 29 de octubre.
Tras varias cesiones formales por parte de Miquel Iceta, el primer secretario del PSC que en estos dos meses ha ido a rendir pleitesía a las principales federaciones socialistas comenzando por la andaluza de Susana Díaz, este viernes se reúnen con la expectativa de anunciar un acuerdo que, sin embargo, no aportará grandes cambios en un hermanamiento de treinta y ocho años, desde el año 1977.
La gran novedad se centra en torno a la creación de un registro o censo en el que los militantes del PSC deberán de inscribirse para poder votar al secretario general en las primarias del mes de mayo, y participar en el 39º Congreso Federal de junio. No obstante, esta nueva herramienta no aportaría ningún cambio en el actual sistema de "asimetría" tan criticado por el PSOE andaluz y la propia Susana Díaz, que fue respaldada por numerosas federaciones.
Susana Díaz daría así marcha atrás en sus postulados iniciales que exigían modificar las relaciones con su partido hermano en Cataluña en el sentido de que el PSC no pudiera participar en las decisiones y nombramientos de la dirección del PSOE, habida cuenta de que el PSOE no entra en las decisiones del PSC por tratarse de un partido autónomo.
El criterio de Rubalcaba
El criterio que impera, una vez más, es el de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien, tras recuperar poder en Ferraz después del derrocamiento de Pedro Sánchez, nombró a Elena Valenciano una de las representantes de la comisión negociadora entre PSC y PSOE, que hasta el momento ha participado en dos encuentros defendiendo la idea de reforzar los lazos entre ambas formaciones como hizo en su día Rubalcaba cuando el PSC rompió en 2013 la disciplina de voto en la votación de la declaración de independencia del parlamento catalán.
Una consigna de suavizar las tensiones y tender puentes con el PSC que se mantendrá este viernes en la tercera reunión de la comisión negociadora que podría concluir con acuerdo. Tras el Comité Federal de hace una semana en el que se anunciaron las fechas de primarias y Congreso Federal, los socialistas catalanes entienden que ya ha llegado el momento de cerrar las negociaciones tras dos meses de conversaciones. Un posible anticipo de este acuerdo podría estar en el estreno este jueves de la representante del PSC en la comisión gestora.
La exvicepresidenta del Congreso en tiempos de José Bono como presidente, María Teresa Cunillera, acudió a la sede la calle Ferraz bromeando por su condición de casco azul pero asegurando sin ambages que está "convencida" de que habrá acuerdo. "Estoy segura, porque cuando uno tiene voluntad de entenderse, lo normal es que se entiendan. Tanto los compañeros del PSC como los que están aquí, no tengo ni la más mínima duda de que van con esa voluntad. Por lo tanto, no puede salir mal".
Fue precisamente Cunillera quien hace más de tres años ejerció de bombera tras el incendio generado por los catorce diputados del PSC para impedir que se ejecutara una ruptura por parte de la dirección del PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba a los mandos. La doctrina hoy es, con leves matices, exactamente la misma.