Es la persona designada por el Gobierno, en concreto, por el dedo del presidente Mariano Rajoy para encabezar la Fiscalía General del Estado. A pesar de los prejuicios suscitados por la naturaleza del nombramiento -un "pecado original de origen" según Podemos-, José Manuel Maza ha dedicado su primera intervención pública a ponderar la autonomía del órgano que dirige la acusación pública. En la misma línea que defendía antes de concurrir a esta posición, la crítica al exceso de intervención del Estado en la Justicia, apuesta por una institución que "no debe ni puede recibir ni cumplir órdenes ajenas".
Maza trabajará para que su dirección se caracterice por la "honradez" y el "rigor técnico" de sus decisiones. Se ha comprometido ante la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, a la que se ha sometido en un trámite preceptivo marcado por ley. En cualquier caso, ha recibido ya el aval del Consejo General del Poder Judicial y la Cámara no es legítima para vetar el nombramiento, que se materializará en los próximos días. Solo Podemos ha adelantado que no le considera idóneo porque combinó la judicatura con la docencia, también privada.
Autonomía, imparcialidad, independencia
"Es importante que el fiscal general disfrute y ejerza una verdadera autonomía", ha insistido el que será nuevo Fiscal General. Maza conoce la mala percepción de los ciudadanos en este terreno. Por eso, se ha esforzado especialmente en señalar que ese es su "camino": "En mi persona está totalmente garantizada. "Me equivocaré yo solito, sin someterme a presiones" ha manifestado antes de recordar que el Gobierno puede dirigirse al Ministerio Fiscal, no dar instrucciones ni órdenes. Tienen que colaborar pero siempre desde el respeto a la autonomía".
En este sentido, tiene la "confianza absoluta de que tanto el presidente como el ministro de Justicia me van a respetar esa autonomía. Estoy absolutamente convencido porque me lo ha demostrado en las conversaciones. Si algo se aprende en 40 años en juicios es a saber si alguien te está diciendo la verdad". También se ha mostrado contrario a que el Congreso pueda recusar a un fiscal, puesto que sería "problemático" y se ha comprometido a la transparencia de su institución, por lo que comparecerá "cuantas veces sea necesario".
Reforma urgente
España necesita una reforma urgente de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Maza ha "tensado la cuerda de la prudencia" especialmente en relación a este asunto. Se ha dirigido a los legisladores, a los grupos parlamentarios, porque "da un poquito de vergüenza cuando uno sale al extranjero: somos los únicos en el mundo que tenemos aún el sistema inquisitivo y acusatorio, con fases de instrucción interminables en las que se apilan tomos y donde la misma persona investiga y acuerda prisiones preventivas y otras cautelares". Considera que la Justicia es "francamente agilizable", no solo aumentando los medios, sobre todo reformando el proceso penal. Ha abogado por una fase previa donde la Fiscalía recopile las pruebas y tome la decisión de si acusa e impulsa la apertura de juicio o no.
"Sería la culminación de mi vida profesional", ha reconocido para luego apreciar que si los legisladores políticos "fueran capaces de dotarnos de esa ley pasarían a la historia con tinte de gloria". No olvida que, en España, el Ministerio Público no ostenta el monopolio de la acusación, también existen la popular y la particular: "Hay que compatibilizarlo para que puedan trabajar en la obtención de la prueba".
Perfil de Maza
"Generalmente me han enmarcado en el perfil conservador, también me han definido como liberal. Creo que se puede llevar una magnífica conducta independientemente de ser conservador o progresista. El hecho de ser conservador, si es que lo soy, es independiente, me someteré a la Ley en mis decisiones", ha sostenido Maza en el turno de réplica a los grupos parlamentarios.
Según el candidato a Fiscal General del Estado, se antoja crucial la "sensibilidad especial en la lucha contra la corrupción que tanto daña el crédito de las instituciones". Merece "la máxima atención, condena y contundencia". Trabajará con la mirada puesta en los colectivos más desfavorecidos como menores, ancianos, víctimas de violencia y del terrorismo, porque la institución que conducirá es "el primer servidor de la sociedad en un estado de Derecho".
El tema de Cataluña lo estudiará "con profundidad", sin más reflexión. Se cuidará para que nadie le grabe, aunque no es su intención decir ni hacer nada que le ponga en evidencia. Aterrizará al frente de la Fiscalía desde el Tribunal Supremo, donde había logrado un equilibrio vital importante: "Por mucho que me trastorne la vida privada, no he podido decir que no. Quizá otra persona más inteligente lo habría hecho. Es un honor para mi". La presidenta de la Comisión de Justicia, la socialista Margarita Robles, ha cerrado la sesión con un pensamiento compartido por casi todos: "Le deseo suerte, porque su suerte será la de todos los españoles".