El periodista Fernando Lázaro ha accedido a la reconstrucción que la Guardia Civil ha hecho de la agresión en Alsasua a dos de sus agentes por parte de personas de la "izquierda radical vasca".
Según publica El Mundo, el teniente, el sargento y sus parejas entraron en el Bar Koxka de Alsasua a eso de las 2:30 de la madrugada. Dentro, en los baños, el teniente fue abordado por un individuo que le preguntó si era "madero". El oficial lo admitió y, tras ello, empezó la tensión. Una hora después, otro individuo, identificado por la Guardia Civil como Jokin Unamuno, se acercó al sargento en "actitud desafiante". "Hijos de puta pikoletos. Esto os pasa por venir aquí", dijo.
Entonces, comenzaron las agresiones. En un principio, atacaron, "por lo menos", 25 personas; cuando sacaron a los agentes del bar, se sumaron otras 20. Las mujeres de los agentes intentaban mediar, pero sólo consiguieron convertirse ellas también en objetivo de los izquierdistas proetarras.
El teniente y el sargento hicieron las primeras llamadas de socorro –el segundo pidió una ambulancia–. Los refuerzos informaron de que a las 5:30 había medio centenar de personas en los alrededores del Koxka "muy alteradas". El teniente agredido fue trasladado en ambulancia al hospital.
Las víctimas hicieron una primera identificación de alguno de los agresores, entre ellos, uno de los "principales". Acto seguido, la Policía Foral detuvo a Jokin Unamuno. Cuando estos agentes intentaron introducir en el vehículo policial al detenido, varios de los radicales intentaron impedirlo, forcejeando con los policías.
Según informa Lázaro, el sargento y su mujer siguieron teniendo incidentes con los bárbaros mientras se producía la actuación policial. Una hora después se produjo la segunda detención: la de Aritz Urdangarin.