No le hizo falta nada a Pablo Iglesias para reavivar la crisis interna que sufre Podemos desde hace meses. Parecía que tras la guerra en el PSOE, en la formación de los círculos los dirigentes se habían dado una tregua, pero su líder la rompió este miércoles.
Iglesias participó en la presentación del libro Horizontes neoliberales de la subjetividad del escritor argentino Jorge Alemán y quiso dejar claro cómo debe ser, a su juicio, el futuro del partido. Eso sí, no sólo enunció sus tesis, también cargó contra las de su número dos.Y todo ello, a tres días de la reunión del Consejo Ciudadano, el máximo órgano de dirección de la formación.
Comenzó su intervención con una declaración de intenciones. "Me encantaría que por esa puerta saliera Laclau y le dijera a algunos 'no tenéis ni puta idea de lo que decís de mí". Cabe destacar que el politólogo argentino Ernesto Laclau, es uno de los referentes más destacados de Íñigo Errejón.
Iglesias afirmó que "lo que se discute en Podemos es si tiene que seguir siendo populista o no". Y anunció que su apuesta es la de un "populismo" genuinamente "de izquierdas". Defendió que la "clave" del "populismo" es el "afuera". "La relación entre el afuera y el adentro es esencial para entender no sólo el populismo, sino los debates que tenemos nosotros", prosiguió.
Sin nombrarlo
Sin nombrar a su número dos, Iglesias aseguró que las tesis errejonistas se inclinan por un Podemos que sea "mas institucional", que "no dé miedo". Un planteamiento distinto al del líder de Podemos que apuesta por acercarse a la calle, "cavando trincheras en la sociedad", aseguró. "Hay que tener una pata en las instituciones pero la cabeza, los brazos y la otra pierna en la calle", dijo.
"Si gobernáramos", continuó, "sería partidario de buscar compromisos, una dinámica consensual y decir 'se acabó el populismo, nos valió durante unas batallas electorales para librar la guerra del discurso'". "Pero ha quedado probado que el PSOE no se planteó ni como hipótesis gobernar con nosotros, nunca lo quisieron, tan sólo nos querían dóciles en el parlamento. Nos dejaron claro que 'sólo gobernaréis en España cuando tengáis mayoría absoluta'", reflexionó. Hasta entonces, dijo, defiende "un Podemos de afuera, de la calle, que construya instituciones desde la sociedad civil". Ese es el camino que, aseguró, debe tomar Podemos.
Tras ello, cargaba contra una de las teorías defendidas por Errejón, la de que hay que "convencer a los que faltan". Iglesias se preguntó si la mejor manera de hacerlo era parecerse a la sociedad o seguir intentando cambiarla . Escogió la segunda de las opciones, defender un Podemos que "esté más lejos de la sociedad", porque de lo contrario corren el riesgo de "imitar a los que querían derrotar", en lugar de continuar "podemizando" lo que les rodea.
"Alguien (Errejón) puede decir que así es un poco más difícil traer a los que faltan, pero a lo mejor te aseguras que no se vayan algunos de los que ya se fueron", dijo haciendo referencia al millón de votos perdidos en junio por Unidos Podemos.
Y tras estos mensajes, terminó su intervención pidiendo no "banalizar el debate" y no convertirlo "en un intento permanente de ridiculizar al otro".