Diez minutos de conversación, en un marco de cordialidad. No hubo novedades. Mariano Rajoy considera que "el diálogo por España nunca es prescindible", y por eso le cogió el teléfono a Pedro Sánchez nada más aterrizar de su viaje a China, según fuentes de la Moncloa. En síntesis, el presidente volvió a ofrecer a su interlocutor socialista una gran coalición y éste le dijo por enésima vez que "no". Además, otra vez, se prometieron mantener vivo un canal de comunicación que, en las últimas semanas, se constató inexistente.
La noticia salió de Ferraz, y fue confirmada por Presidencia mediante un extenso comunicado. En la breve interlocución, según fuentes de la dirección socialista, Sánchez reiteró a Rajoy su posición contraria a su investidura y le anunció "que va a abrir un proceso de diálogo con el resto de fuerzas políticas para buscar solución al bloqueo actual", tal y como acordó el lunes la Ejecutiva del partido. Las fuentes consultadas confirmaron que no se dieron avances en esta "nueva" etapa negociadora, salvo que ya no es "prescindible" el diálogo.
Moncloa confirmó poco después que nada ha cambiado. Amén de informarle sobre la cumbre del G20, Rajoy trasladó a Sánchez "los argumentos que expuso reiteradamente" durante la fallida sesión de investidura. A saber, "la necesidad urgente" de que España cuente con un gobierno en plenas facultades para dar respuesta "a los compromisos que tiene ante sí", principalmente en el plano económico.
Así, se refirió a la "urgencia" de presentar ante la Cámara el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, "del que dependen miles de subvenciones y millones de rentas públicas como las pensiones". Y, de nuevo, también mentó ante Sánchez los compromisos con Bruselas "para lograr suavizar la senda de corrección" del déficit público. No se olvidó de la amenaza separatista en Cataluña.
Moncloa: Rajoy no se irá
Nada nuevo, como admitieron desde el Ejecutivo. En el propio comunicado de Rajoy se pone en valor las "reiteradas negativas" de Sánchez, y de ahí que se le invite "a reflexionar sobre el bloqueo político y la desconfianza y el malestar que dicho bloqueo está provocando entre el conjunto de los ciudadanos". En suma, el presidente en funciones apremió al socialista a "reconsiderar" su postura.
Para salir del atolladero, Rajoy ofreció a Sánchez pactos de Estado, y le propuso abrir negociaciones sectoriales sobre las pensiones, las reformas institucionales pendientes o la violencia de género. Todo cayó en saco roto. Por supuesto, le dio a entender que no se hará a un lado. Según Moncloa, un hipotético acuerdo debería "estar liderado por el partido y el candidato que en dos ocasiones ha sido el favorito de los españoles en las urnas".
Concluida la conversación, en Moncloa ya tenían un diagnóstico, que no fue escrito en su comunicado. "Es postureo para evitar en el último momento el estigma de ser Mister bloqueo", según las fuentes consultadas. "Quiere ir a rebufo del Rey", lamentaron, y no ahorraron críticas contra Sánchez. "Es evanescente y efímero. Un peligro para el PSOE y para España", zanjaron en privado.