No ha dicho cuándo ni con quién, pero sí que habrá una "solución política" en la que Pedro Sáchez pretende volver a contar con "las fuerzas políticas del cambio". Y esto es: Ciudadanos y Podemos. El secretario general del PSOE ha reiterado su negativa al candidato popular, Mariano Rajoy, y ha concluido su intervención con el verdadero titular de su breve intervención de cinco minutos en la cámara.
Un llamamiento a "la responsabilidad de todos los diputados que presentamos una candidatura el 26 de junio y que representamos a las fuerzas políticas del cambio el pasado 26 de junio". Un llamamiento a "ofrecer una solución a este país, al atasco político al que lo ha introducido el candidato Mariano Rajoy".
Dejando todavía en el aire cuándo llegará el río y cuándo cruzará el puente, siguiendo sus propias palabras las semana pasada en rueda de prensa en el Congreso tras reunirse con Rajoy, Sánchez ha añadido que "no les quepa duda, señorías: si actuamos todos con altura de miras y con generosidad, encontraremos todos esa solución". Y una advertencia más: "no les quepa duda de que el PSOE formará parte de esa solución", ha dicho dejando claro que el PSOE pretende liderar esa "solución política".
Desde la dirección federal se han apresurado a convocar a los periodistas en el patio del Congreso para matizar unas palabras que el secretario general no ha leído de sus papeles sino que ha improvisado desde la tribuna: "no quiere decir exactamente que se vaya a presentar" y sólo intenta evitar "unas terceras elecciones". Son "matices importantes", insisten, a la espera de las intenciones del secretario general del PSOE que, de forma intencionada, siguen permaneciendo ocultas.
Según fuentes socialistas, lo que el líder del PSOE pretende no es tanto intentar una nueva investidura con él como candidato, como abrir, a partir del lunes, un proceso de negociación con Podemos y Ciudadanos, una vez que la formación naranja certifique la ruptura del pacto con el PP después de su reunión Ejecutiva.
La dirección socialista no confía en el éxito de estas negociaciones pero sí es consciente de que su liderazgo en las negociaciones le permite acallar el debate interno y posponer la batalla en el seno del partido. Exactamente lo mismo que ocurrió tras las elecciones del 20 de diciembre, tras una negociación que le sirvió de campaña interna para las primarias a La Moncloa en las que Sánchez fue proclamado sin la presencia de candidatos alternativos.
De otra forma lo explican fuentes socialistas ubicadas en el sector crítico del grupo parlamentario: "cuando se sitúa en el eje de a gobernabilidad calla de un plumazo las voces críticas. Por lo tanto, el fin último es ganar tiempo" en el partido de cara a la convocatoria de las elecciones. "Sánchez sólo quiere continuar con el teatro y el paripé para aparcar el calendario interno". En resumen: "si negocia puede volver a ser candidato a las primarias a La Moncloa sin oposición ni candidatos".