La Universitat Catalana d'Estiu, que se celebra en la localidad francesa de Prada de Conflent, es demasiado nacionalista incluso para Gabriel Rufián, el diputado de ERC que se pretende el representante de los independentistas "de origen no catalán". Las sesiones dedicadas al "salvamento" del catalán en dicha universidad han puesto de relieve la coincidencia de los lingüistas de las universidades de Cataluña, Baleares y Valencia. Se debe erradicar por completo el español para que sobreviva el catalán es la conclusión de estos profesores, que ven en el bilingüismo un sistema para preservar "la lengua del Borbón" y el "colonialismo lingüístico" de España en Cataluña. Un discurso que no encaja con el que repite Rufián sobre la integración y la "normalidad" lingüística.
Estos profesores -Carme Junyent y Josep Murgades, de la Universidad de Barcelona; Gabriel Bibiloni, de la Universidad de las Islas Baleares, y Bernat Joan, exsecretario de "política lingüística" de la Generalidad- abogan porque el catalán sea la única lengua oficial en la futura república catalana y que se pongan trabas a los medios de comunicación en español, así como en materia de educación y uso social.
El discurso es la traslación del manifiesto Koiné suscrito por la mayoría de los filólogos y en el que se denuncia que "la lengua de la inmigración adopta a todos los efectos el rol de lengua por defecto, de lengua del país, de lengua nacional", una supuesta circunstancia que atribuyen a la "bilingüización forzosa de la población, un proceso que ha costado siglos y que hasta 1939 era bastante precario".
Según una información del diario digital de José Antich, elnacional.cat, el contenido de las ponencias no fue del agrado ni de Rufián ni de Eduardo Reyes, diputado de Junts pel Sí y expresidente de la organización Súmate, una división de ERC para castellanohablantes. Según refiere el citado medio, Rufián y Reyes habían tenido un encontronazo con algunos asistentes porque durante sus intervenciones parte del público abucheó a una persona que se les dirigió en español. Después y ante el tenor de las intervenciones de los profesores decidieron abandonar la sala.
Reyes y Rufián fueron las cabezas visibles de Súmate, un grupo creado por ERC para intentar penetrar en el cinturón metropolitano de Barcelona bajo la premisa de que el nacionalismo acoge incluso a quienes no son catalanes cien por cien o no hablan catalán. La coartada ha vuelto a quedar desmontada con la exhibición descarnada del diseño lingüístico si Cataluña se convierte en una república independiente.
El colofón de la Universitat ha sido la concesión a la exconsejera de Enseñanza Irene Rigau del premio Canigó en reconocimiento a su "compromiso político". La exconsejera y actual diputada de Junts pel sí, imputada por el referéndum ilegal del 9-N agradeció el galardón con una encendida defensa de las tesis contra el bilingüismo.