El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha criticado este viernes desde Ibiza la fecha elegida para la investidura de Mariano Rajoy –el 30 y el 31 de agosto-, lamentando que, en caso de que no salga adelante, "los españoles tendrán que ir a votar el 25 de diciembre".
Sánchez ha dicho que "nadie quiere terceras elecciones" y que su formación "ha hecho lo indecible para que hubiera segundas", pero que "un estadista tiene que contemplar todas las opciones". Al líder socialista no le gusta la fecha elegida para la investidura: "Si no hay acuerdo, las elecciones se celebrarían el 25 de diciembre; esto muestra la poca talla de Rajoy como político".
El secretario general del PSOE ha insistido en que votarán "no" a Rajoy porque su partido es "la alternativa al PP". Ese "no", "por coherencia", se arrastraría a los Presupuestos Generales del Estado. "El PSOE está teniendo un respeto institucional escrupuloso. No estamos criticando ninguno de los acercamientos que está haciendo el PP a Ciudadanos o a otros partidos. Le decimos que no necesitó al PSOE para investir a Ana Pastor como presidenta del Congreso; que busque a otros", ha añadido.
Sánchez ha dicho que "estamos en el tiempo de Rajoy" y ha repetido que "el acuerdo del comité federal es que votemos en contra de aquellos que queremos cambiar".
Los puentes, rotos
Como informó Pablo Montesinos, Moncloa detalló el cruce de llamadas para tratar de cerrar una comunicación entre el presidente en funciones y el líder socialista sobre la fecha de investidura. Moragas telefoneó a su homólogo en Ferraz, José Enrique Serrano, para plantear "una conversación" sobre este asunto.
El PSOE, según la versión gubernamental, dijo que habría una respuesta al día siguiente, y ésta llegó en forma de negativa si no se fijaba antes la fecha de investidura, provocando un gran enfado en el entorno de Rajoy.