El equipo de Mariano Rajoy detalló el cruce de llamadas para tratar de cerrar una comunicación entre el presidente en funciones y Pedro Sánchez. Según la Moncloa, Jorge Moragas telefoneó a su homólogo en Ferraz, José Enrique Serrano, el martes a las diez de la noche para plantear “una conversación” entre los líderes. Entonces, según la versión gubernamental, “se nos dijo que tendríamos una respuesta al día siguiente para concretar la hora”.
En efecto, poco después de las diez de la mañana del miércoles -en concreto, seis minutos después-, Serrano telefoneó a Moragas, y le informó de la negativa de Sánchez de hablar o despachar cara a cara con Rajoy si éste antes no fijaba públicamente la fecha de la sesión de investidura. A las doce y media, el presidente en funciones reunió al Comité Ejecutivo y, en la rueda de prensa posterior, deslizó que el canal de comunicación con el PSOE estaba roto.
“Lo que procede es una conversación con Sánchez para dos cosas: si prefiere la repetición de las elecciones y su criterio sobre la fecha de investidura. En una conversación entre los dos, si se puede producir, o lo puede anunciar públicamente”, fueron las palabras de Rajoy en esa comparecencia. Según la explicación de Moncloa, Moragas “hizo saber con antelación” a Serrano que el motivo de la llamada iba a ser, precisamente, la fecha de investidura.
Esta sucesión de acontecimientos permitió al PP acusar a Sánchez de no coger el teléfono a Rajoy y llevar al país al borde de unas terceras elecciones. Aún más, el propio Moragas recordó que, cuando Sánchez era el candidato, éste pidió ver al presidente en funciones antes de que Patxi López anunciara la fecha de investidura y aceptó. Fue la reunión del 12 de febrero mientras que el entonces presidente de la Cámara Baja no anunció el día de la votación de las Cortes hasta el 15.
“Estos son los hechos indiscutibles, las dos varas de medir y las formas lamentables de Sánchez, que se niega a atender al ganador de las elecciones, que es el candidato nombrado por el Rey y el presidente en funciones”, mostraron su enorme enfado desde Moncloa. Según fuentes socialistas citadas por Europa Press, Serrano respondió al jefe de gabinete de Rajoy que su secretario general no tiene inconveniente en hablar con el líder del PP, pero “lo lógico” es que hacerlo conociendo la fecha de investidura.
Este jueves, tras verse con Albert Rivera y solucionado ese escollo, el presidente en funciones insistió: “Voy a intentar hablar con el señor Sánchez y, para ser exitoso en mi pretensión, lo mejor que puedo hacer es dejar las cosas en este punto exacto en el que las estoy dejando”.