Sin novedad aparente tras la reunión entre Mariano Rajoy y Albert Rivera en el Congreso, aunque ambos no han tenido reparo en mostrar su buena sintonía después de un desencuentro que se remonta a principios de este 2016, cuando el líder de Ciudadanos negociaba con Pedro Sánchez un acuerdo de Gobierno y se quejaba de los abucheos de la bancada popular en cada pleno. "España necesita un Gobierno estable, creo que la aportación del señor Rivera y la de su partido es imprescindible a estos efectos" subrayaba al poco de comenzar su rueda de prensa Rajoy -quien pese a las especulaciones previas comparecía en las mismas dependencias de la cámara baja justo después que el líder centrista- tratando de seducir al partido naranja, con el que, afirmaba: "Las diferencias son perfectamente superables".
Sin embargo, el presidente en funciones no ha conseguido que Rivera cambie su abstención por un apoyo explícito a su investidura. Rivera mostró su "preocupación por el bloqueo institucional" dadas las posiciones de PP y PSOE. "No es bueno que se den la espalda. No es bueno que Rajoy no aclare cuando va a ir a la investidura, pero sobre todo no es bueno que el que tiene aritméticamente la solución al bloqueo, que es el PSOE, no quiera abstenerse".
Incidiendo en este último mensaje, el líder de Ciudadanos decía "compartir" con Rajoy que si Pedro Sánchez "sigue siendo inflexible e inmovilista" España estará condenada, a juicio del dirigente centrista, a una "crisis institucional sin precedentes".
El desafío secesionista y la economía, prioridades
Rivera, después de una reunión de más de una hora con el presidente del Gobierno en funciones, desvelaba las dos prioridades que le había planteado: "La posibilidad de solemnizar un pacto por España, entre constitucionalistas, para que, al margen de quién gobierne, los españoles tengan claro que vamos a seguir viviendo juntos". Se trata, en síntesis, del mismo acuerdo que Ciudadanos llevó en 2015 a los parlamentos autonómicos en los que tiene representación. La otra prioridad, como adelantó Libertad Digital, es la negociación de los presupuestos y del techo de gasto, para lo que Rivera ha pedido al inquilino de La Moncloa "información" aunque ha destacado la "voluntad de avanzar juntos".
Fuentes de Ciudadanos insisten en que no se moverán de la abstención "técnica" en la segunda votación y aseguran que no habrá mesas de negociación, más allá de ese intercambio de información que el propio Rivera solicitaba sobre la senda de cumplimiento del déficit y las cuentas públicas. Hay que recordar que en su programa electoral de junio los centristas ya tuvieron en cuenta el escenario económico para abandonar algunas de sus propuestas fiscales de los comicios de diciembre, como la simplificación de los tipos del IVA. Un paso que ahora podría facilitar el entendimiento con el PP. Sobre la posibilidad de un sí a Rajoy, la negativa es tan tajante en privado como lo fue en público sobre la abstención, que incluso el mismo 27 de junio, con el resultado electoral sobre la mesa, negaba Rivera.
La investidura
Rivera le pedía igualmente a Rajoy que "formalice cuanto antes" la fecha de la investidura porque, afirmaba, "España necesita certidumbre". En todo momento, el presidente de Ciudadanos se ha ofrecido como puente entre los dos grandes partidos. "En lo que podamos ayudar ayudaremos" afirmaba quien hace sólo unos meses firmaba un acuerdo de Gobierno con el secretario general del PSOE.