La decisión del Parlamento catalán de aprobar el plan de desconexión del Estado hizo que Mariano Rajoy, tan atareado en desbloquear su investidura, descolgara el teléfono con luz y taquígrafos para pedir unidad a los líderes de los principales partidos. Quiere el presidente en funciones tener la máxima legitimidad para responder a los separatistas.
Unas llamadas a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias que anunció la vicepresidenta en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, durante una comparecencia extraordinaria en el Congreso de los Diputados. Según la número dos del Ejecutivo, Rajoy encontró en los tres líderes políticos “receptividad” en los argumentos. “Se trata de actuar conjuntamente ante una situación que nos afecta a todos”, subrayó. No se habló de nada más porque el tema es ”tan grave e importante” que focalizó las conversaciones, tal y como apuntó Sáenz de Santamaría
Además, la vicepresidenta anunció que el viernes tras el Consejo de Ministros el Gobierno presentará un incidente de ejecución ante el Tribunal Constitucional. Se trata así de intentar frenar la decisión del Parlamento de Cataluña que a su juicio supone un paso más “contumaz y muy grave” que el Gobierno no puede permitir. Eso sí, no quiso explicar los términos porque es algo que antes tiene que ver la Abogacía del Estado. El viernes, señaló, se darán todos los detalles.
Según explicó Sáenz de Santamaría, se trata de “una reiterada vulneración de la legalidad” por parte del Parlamento catalán y más después de que haya sentencias del Tribunal Constitucional en contra de las decisiones de los nacionalistas catalanes, la última de hace muy pocas semanas. Todo para preservar el “orden constitucional” tal y como explicó la vicepresidenta.
Asimismo, quiso mandar un “mensaje de tranquilidad” porque el Gobierno “no va a dejar pasar ni una” cuando se trata de la unidad de España y más, señaló, cuando está en juego la igualdad de los españoles y el “derecho de decidir por su país y como quieren que sea su país”.
Con las llamadas del presidente y con la comparecencia de la vicepresidenta a pocos minutos de que el Parlamento aprobara su plan, el Ejecutivo quiso demostrar que sigue gobernando y que está atento a los temas fundamentales a pesar de encontrarse en funciones.
Eso sí, fuentes gubernamentales apuntan a que la respuesta del Ejecutivo podría ser aún más contundente con respecto a Cataluña si se llega a un acuerdo para desbloquear la investidura. De esta manera, apuntan, habría más mecanismos para actuar sin las “limitaciones” que conlleva un gobierno en funciones.