Cuando los partidos, como las empresas, las familias, o mismamente las personas, van madurando, hay menos tabúes en ellos. Hasta hace poco era raro que hubiera disensiones estratégicas en el equipo de Albert Rivera, y que incluso alguien pusiera en duda los posicionamientos públicos del presidente de Ciudadanos, pero de un tiempo a esta parte, y sobre todo en la campaña electoral, el tabú se ha roto.
Este martes muchos se fijarán en la tribuna publicada en El País por el principal ideólogo y fundador (con permiso de Arcadi Espada) del partido naranja: el catedrático de derecho constitucional, Francesc de Carreras, que además fue profesor de doctorado de Rivera. En el artículo, critica el veto a Rajoy y llega a tildar de "inmaduros" e "infantiles" a los dirigentes centristas. Por simbólico que sea, su influencia es mínima. Hace tiempo que Rivera se emancipó del nido materno de los intelectuales catalanes que hace una década impulsaron Ciudadanos. Y aunque su respeto por su antiguo profesor es máximo (otra cosa es su relación con Espada, inexistente a día de hoy) lo dicho por De Carreras en un texto periodístico no deja de ser un leve rasguño para el líder centrista.
Dos sectores enfrentados entre sus más próximos
Lo preocupante para Rivera es que, por primera vez en mucho tiempo, hay discusión interna en Ciudadanos sobre una de sus líneas políticas de los últimos meses. Aunque en honor a la verdad, Rivera ha escuchado a unos y otros. Si durante la primera semana de campaña "apretó" a Rajoy, en la segunda buscó otros argumentos para combatir al PP y su apelación al voto útil. Fue al inicio de la campaña cuando, ante los recelos de buena parte de su equipo, sacó a relucir los "papeles de Bárcenas" durante el debate en televisión de los cuatro candidatos, y también cuando en un desayuno organizado en Barcelona por El Periódico de Catalunya, y a preguntas reiteradas del director de este medio, Enric Hernández, se atrevió a asumir el compromiso de que no apoyaría, ni siquiera con una abstención, una investidura del líder del PP. En la recta final de la campaña, sin embargo, además de los actos sectoriales que esta vez han tenido un mayor peso, se le escuchó una y otra vez apelar a un argumento matemático: el de que con un 1% más de voto Ciudadanos hubiese sido clave en diciembre, desmontando así el argumento del PP de que respaldar al partido naranja no era "útil".
Este último argumento fue fabricado por el sector contrario al veto a Rajoy, que considera un error esa estrategia porque, entre otras cosas, puede ser contraproducente. "Si insistimos tanto, no vamos a debilitar a Rajoy ante los suyos, le vamos incluso a reforzar" afirman en privado varios de esos dirigentes, que critican a los partidarios del veto, quienes aducen la mala valoración en las encuestas del presidente del Gobierno en funciones.
¿Cómo deshacer el entuerto?
De momento, Rivera mantiene el veto a Rajoy aunque sin llamarlo de esa manera. Aunque en su argumentación se desliza una escapatoria. Rivera pone la pelota en el tejado de Pedro Sánchez, como ha hecho este mismo martes desde Bruselas, donde se reúne con los siete primeros ministros de su familia política, los liberal demócratas, para analizar la crisis del Brexit: "El PSOE es el único que ahora mismo puede evitar unas terceras elecciones. Si el PSOE vota que no y sigue en sus trece, es verdad que habrá bloqueo, pero si el PSOE se abstiene se podrá poner en marcha la legislatura". Cabe deducir que si los socialistas no dan ese paso, Rivera podría argumentar que la situación ha cambiado y, entonces, buscar una vía de apoyo a Rajoy. Está por ver que pueda aguantar el peso de toda una kilométrica hemeroteca que le recordará todas las veces que dijo que no apoyaría "a ningún Gobierno de Mariano Rajoy".
Girauta: "Nuestra abstención no sirve para nada"
En una entrevista en Es la Tarde de Dieter, Juan Carlos Girauta ha recordado la posición de su partido: "Estamos por el cambio de políticas y de políticos, si se consigue vamos al compromiso total, pero si el gobierno es continuista y Rajoy sigue al frente", ha dicho, "nosotros a la oposición que no pasa absolutamente nada. Una oposición –ha explicado- constructiva, que apoye al gobierno en temas de estado y que busque mayorías para grandes reformas".
Girauta ha descargado la responsabilidad de lo que ocurra sobre todo en el PSOE: "El pueblo ha querido que tengamos 32 diputados y por lo tanto nuestra abstención no sirve para nada, lo que sí puede aportar es que se abstenga el PSOE, ellos sabrán si lo hacen o no" y "si hay terceras elecciones será bajo la responsabilidad del PSOE que es el que puede evitarlas".
Además, ha negado cualquier posibilidad de participar "en un acuerdo de largo alcance" en el que esté un partido nacionalista": los que creen en tal cosa "es que no sabe nada de Ciudadanos, ni de nuestra historia, ni de por qué nacimos ni para qué, ni cual es nuestra razón de ser", ha dicho.