Albert Rivera mantiene su veto a Mariano Rajoy aunque de su boca ni ha salido, ni saldrá, esa expresión. "No vamos a apoyar ningún Gobierno de Rajoy" ha dicho el líder de Ciudadanos justo después de la primera reunión de la Ejecutiva de su partido tras el resultado electoral.
Más adelante, y ante la insistencia de los informadores, añadía: "Ciudadanos no va a estar, ni va a apoyar un Gobierno en el que estemos pendientes de la corrupción, de Bárcenas o de Rita Barberá" afirmaba abundando en su principal argumento para no respaldar al presidente del Gobierno en funciones, aquel que apela a su dependencia de los casos de corrupción en los que se ha visto inmerso el PP.
Y por si quedara alguna duda, explicaba sus manifestaciones en una entrevista este mismo lunes que han hecho saltar las alarmas en las redacciones: "Cuando me han preguntado por veto, como nunca ha salido esa palabra de mi boca, he dicho que no. Ahora, si me preguntan yo digo que no apoyaremos un Gobierno de Rajoy, otra cosa es que estén dispuestos a cambiar de equipo". En la última semana de campaña, y a raíz del escándalo que afecta al ministro del Interior, Rivera señalaba al propio Jorge Fernández Díaz y al titular de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, como personas necesitadas de un relevo.
División interna en Ciudadanos sobre el veto
Lejos de concitar consenso interno, el veto que no se expresa como tal a Rajoy provoca discusión interna en Ciudadanos. En la Ejecutiva hay partidarios y detractores de esa estrategia, y su influencia se notó durante la campaña electoral. La primera semana, el líder centrista fue más permeable a los argumentos de quienes apuestan por forzar la renuncia del líder del PP -su actuación en el debate, sacando a relucir los "papeles de Bárcenas" fue un claro ejemplo de ello- mientras que en la recta final prefirió enfatizar, en línea con el segundo grupo de sus colaboradores, el mensaje del "voto útil" a Ciudadanos, repitiendo una y otra vez que con un 1% más de sufragios su partido sería decisivo.
Otro veto: al PNV
Otro veto que Rivera ha dejado claro es a gobernar de la mano de los grupos nacionalistas: "También lo avanzo, porque veo muchas cábalas: no haremos ningún pacto ni con nacionalistas ni separatistas" preguntado por si incluía en esa categoría al PNV, ha sido tajante: "No queremos que la gobernabilidad de España vuelva a pasar por el PNV; que no vuelva a depender de quienes quieren la desigualdad e incluso cuestionan la unión de los españoles". La suma de PP, Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria dará 175 escaños, a tan solo uno de la mayoría absoluta.