La única diferencia entre el 20-D y el 26-J en Cataluña ha sido la pérdida de un diputado del PSC en favor del PP. En Comú Podem ha logrado doce parlamentarios con un porcentaje similar de votos y con una participación tres puntos inferior a los pasados comicios, del 68,63% frente al 65,59%. Los "comunes" han repetido escaños, doce ; igual que ERC, nueve; y Convergencia, ocho.
Los cambios se han producido en el bloque de los partidos nacionales. El PSC, encabezado esta vez por Meritxell Batet, ha perdido un diputado, de ocho a siete. El PP de Jorge Fernández Díaz ha ganado uno, de cinco a seis, mientras que Ciudadanos se ha mantenido en los cinco. En número de votos, PSC y PP han subido (en tantos por ciento los socialistas han aumentado menos de un uno por ciento; los populares han logrado algo más de dos puntos y Ciudadanos ha caído en dos), mientras que ERC y Podemos han logrado mejores resultados pero sin reflejo en los resultados, todo ello al 95,5 por ciento del escrutinio.
Por provincias, en Barcelona los resultados son idénticos a hace seis meses. Nueve diputados para Podemos, cinco para el PSC, otros cinco para ERC, y cuatro para PP, CDC y Ciudadanos, por el orden de votos obtenidos, de modo que la formación popular habría superado a los convergentes y está a menos de cien mil votos de ERC. En Tarragona, todos los partidos han obtenido un diputado, quedando en número de votos de la siguiente manera: En Comú Podem, ERC, PSC, PP, Convergencia y Ciudadanos.
En Gerona, ERC ha superado por primera vez en votos a Convergencia. El reparto de escaños es el siguiente: ERC, dos; CDC, dos; En Comú Podem, uno; y el PSC, uno.
En cuanto a Lérida, también ha ganado ERC, con un diputado, con cuatro mil votos por encima de CDC, que también ha obtenido un escaño. Los podemitas y el PP se reparten los otros dos escaños. El PSC ha sido el gran perjudicado en la provincia al pasar de un escaño hace seis meses a ninguno en esta contienda.
Campaña anti PP fracasada
De esta forma se constata que la campaña realizada en los últimos días contra el PP a consecuencia del espionaje en el ministerio del Interior ha tenido un efecto nulo. Nadie ha salido beneficiado y el aumento de votos y el escaño de más del PP en detrimento del PSC cabría atribuirlo al Brexit y a la indefinición de los socialistas en materia de "derecho a decidir" y referéndum separatista.
Convergencia ha aguantado, a pesar de que confirma su paulatina pérdida de votos (del 15,8 al 13,95) y Podemos se consagra como fuerza emergente, en gran parte por su indefinición respecto al referéndum de independencia. Los morados, con Ada Colau a la cabeza, han celebrado la ratificación de su victoria hace seis meses, pero han lamentado el fracaso de Podemos en el resto de España, un jarro de agua fría que no han podido disimular Xavier Domènech y Ada Colau en sus comparecencias ante los militantes. El candidato de Convergència, Francesc Homs, respiraba aliviado al repetir el número de escaños al tiempo que Carles Puigdemont hacía sangre con el fracaso de los podemitas y cerraba la vía de un referéndum pactado con el Estado.
La situación queda pendiente de los apaños e hipotéticos pactos, en los que CDC y ERC pretenden meter la cuchara para forjar un frente popular que desbanque al PP y Ciudadanos. En cuanto a la política catalana, todo queda igual, a la espera de la moción de confianza planteada por Carles Puigdemont para después del "Onze de Setembre". Así pues y a pesar de la disminución de la participación, las líneas maestras de la política regional quedan igual que antes de los comicios, una foto fija que sólo constata que ERC ya es el partido mayoritario en el independentismo, que los "comunes" (como gusta llamarse a los podemitas) han relevado al PSC como partido mayoritario en las elecciones generales en Cataluña y que PP y Ciudadanos comparten un espacio común, a pesar de sus broncas en el Ayuntamiento de Barcelona y en el parlamento catalán.
Según algunos observadores, el constitucionalismo, incluyendo al PSC en esa opción, habría obtenido el 40% de los votos, mientras que el separatismo, la suma de CDC y ERC, obtendría el 24,5% de los votos, un porcentaje similar al "no sabe, no contesta" de En Comú Podem.