Más que una defensa sonaba a una crítica a los que han evitado hacerla. Esto es, al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que este miércoles presumió de su código ético y evitó manifestar su convicción, antaño reiterada, sobre la honorabilidad e inocencia de los dos expresidentes de la Junta de Andalucía, y del PSOE, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, procesados por el caso de los ERE.
En un acto en La Casa de América de Madrid, el expresidente del Gobierno, Felipe González, aseguró este jueves que "desde el punto de vista de su honradez personal, sin duda alguna" pone la mano en el fuego por ambos "e incluiría a alguno más que conozco, como Magdalena Álvarez".
Y se mojó sin tapujos al aclarar que "creo que son inocentes de los delitos que se les imputan y que quedará demostrado". Y lo hizo frente a la tibieza del secretario general del PSOE que ha provocado un enorme malestar en el entorno de los dos ex presidentes del Gobierno andaluz y en el círculo más veterano del PSOE.
Por eso, González ha dejado caer una crítica velada a aquellos que esquivan la defensa de los dos antiguos tótems del PSOE y otrora hombres fuertes en su pasado ejecutivo: "Eso de la mano en el fuego, que es una figura retórica de la que algunos se escapan, yo digo que sí...". Pone la mano en el fuego y confía en que los tribunales le den la razón a diferencia de las palabras calculadas con las que el líder y candidato socialista, Pedro Sánchez, presumió este miércoles de la contundencia con la que el PSOE afronta los casos de corrupción que le afectan.