Fin de la discusión interna. No habrá acercamiento a Ciudadanos, al menos hasta después de las elecciones del 26 de junio. "Las campañas son para conseguir el mayor número de votos, para enfrentarnos a nuestros adversarios, y no para conseguir amigos entre nuestros competidores", avisó Mariano Rajoy a puerta cerrada en el Comité Ejecutivo. Tampoco "enemigos", precisó a renglón seguido, aunque insistiendo en que "los amigos hay que hacerlos entre los electores". No hubo sorpresas sobre el jefe de campaña: por segunda vez consecutiva, Jorge Moragas se encargará de la estrategia.
El mensaje de Rajoy a sus barones regionales y altos cargos no es baladí. Tal y como avanzó este diario, existe un debate en el seno de la dirección nacional sobre qué táctica seguir con respecto a Ciudadanos. "Tenemos puntos de acuerdo", suele contestar Pablo Casado, siempre a favor de tender puentes. En este sentido, Cristina Cifuentes habló este mismo martes del partido naranja como el aliado "natural" del PP, y aún añadió en esRadio que su deseo es que Rajoy suba "un poco" y los números den para una alianza con Albert Rivera.
Casado y Cifuentes no llevan, en este tema, la voz cantante. En Moncloa, nunca han desechado la opción de un entendimiento con Ciudadanos, pero molestan mucho las críticas de Rivera a Rajoy y descartan cualquier tipo de movimiento hasta después de las elecciones. María Dolores de Cospedal, por ejemplo, fue bastante dura con él al término del Comité Ejecutivo, y le acusó de "insultar" al líder del PP. "Es un insulto cuando dijo que no está capacitado para ser el presidente de un gobierno de regeneración", se quejó. "Rivera puede insistir en lo que quiera, pero el candidato del PP es Mariano Rajoy", contestó a los periodistas.
Así las cosas, de momento, el PP seguirá vinculando a Ciudadanos con el PSOE, pues opinan -sondeos en mano- que hay una parte de sus votantes de centro-derecha que no entiende que "Rivera se echara a los brazos" de Pedro Sánchez. En ello insistió Cospedal, y también la propia Cifuentes, para quien defender la alianza con Ciudadanos es compatible con la crítica política. "Hemos visto una clara predisposición a llegar a acuerdos con el PSOE. Punto. Fin de la cita", en palabras de la líder regional.
Rajoy, a puerta cerrada, se mostró moderadamente optimista. "Las encuestas que se han publicado estos días son mejores que las publicadas antes de las anteriores elecciones", destacó, pese a recalcar que los estudios verdaderamente importantes llegarán "en unos días", cuando la gente tome conciencia de que tiene que volver a ir a votar y se decante por una opción. "El resultado electoral va a depender de los votos que vengan al PP de anteriores votantes de Ciudadanos y el PSOE", argumentó, mientras Cospedal se mostró segura de que, tras el 26J, no se repetirá el "bloqueo" postelectoral.
Además, por enésima vez, Rajoy utilizó buena parte de su intervención para enumerar una serie de indicadores económicos hoy positivos y, en esta línea, avanzó que los datos de empleo relativos al mes de abril -y que se harán públicos este miércoles- serán positivos. "La economía va a ser el centro de la próxima campaña", se reafirmó, excluyendo la corrupción de su diagnóstico. "El peligro son los cambios en la orientación económica y las frivolidades", aseveró Rajoy, en la que será otra línea de ataque contra el PSOE y Ciudadanos.
Aguirre pide reaccionar
Fueron pocos quienes escucharon su diagnóstico. De nuevo, la asistencia de altos cargos al Comité Ejecutivo fue mínima, aunque llamó la atención la presencia de Juan Vicente Herrera, que aprovechó para tomar la palabra y elogiar a "la serenidad" y "fortaleza" del líder. Las críticas llegaron desde fuera. Esperanza Aguirre, en un vídeo difundido por la Red Floridablanca, reclamó un congreso abierto, y enfatizó: "No podemos seguir siendo los más socialdemócratas (…) Hay muchos españoles que necesitan soluciones liberal-conservadoras. Hay que hacerlo antes de las elecciones si se quiere recuperar a ese electorado que nos ha abandonado".
La respuesta a Aguirre llegó por boca de Cospedal, que anunció que el PP incluirá pocas novedades en el programa y las listas. Lo más, se incluirán las aportaciones que durante estos cuatro meses ha hecho la sociedad civil a través de las convenciones que se han ido celebrando por toda España. Y, en línea con lo expresado por prácticamente todos los partidos políticos, se hará un esfuerzo de austeridad. En concreto, la propuesta del PP es renunciar a la publicidad exterior. Es decir, que no haya banderolas ni carteles en las calles durante la campaña.
No habrá más cambios. Rajoy calmó a los asistentes del Comité, y aseguró que las candidaturas, que se presentarán entre el 18 y el 23 del presente mes, apenas sufrirán modificaciones. "Se repetirá el mismo esquema de campaña", zanjó, con Moragas como hombre del día. Nada de democracia interna hasta después del 26J, tal y como instó Aguirre. Además, se reeditarán las coaliciones con Foro Asturias, UPN y el PAR.