Podemos comienza a prepararse para una más que probable repetición electoral, y lo primero es ver con qué socios podrían conseguir el mayor número de votos posibles en unos nuevos comicios. Encima de la mesa se pone un debate que no es nuevo en el partido morado, el de acudir a las elecciones con IU.
Era el propio Pablo Iglesias el que este miércoles se refería a este tema asegurando que va a dialogar con Alberto Garzón. "Tengo que hablar con Alberto Garzón. Es difícil, es complejo, pero nos debemos esa conversación", afirmaba el secretario general de Podemos en los pasillos del Congreso de los Diputados. "Hay que hablar, es difícil, las posiciones hasta ahora han estado distantes, pero yo soy partidario de abrir ese diálogo", insistía Iglesias.
El problema que tiene Podemos es el "cómo" podría entenderse con Izquierda Unida, ya que en el seno de la formación se discute la fórmula con la que ir a un supuesto 26J. Fuentes del partido morado explican a Libertad Digital que Iglesias está dispuesto a buscar nuevas fórmulas para entenderse con Garzón.
Una postura que sería apoyada por referentes de Podemos como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ya se mostró este lunes favorable a encontrar el modo de que IU pueda tener un encaje con Podemos. Pero, en la formación, no todos están cómodos con la idea de una coalición electoral con la federación de izquierdas.
Algunos dirigentes de Podemos consideran que las siglas de IU son una "mochila" difícil de llevar, y apuestan por la fórmula que se ha utilizado hasta ahora, la de que miembros de la coalición, como Alberto Garzón, se sumen a Podemos sin traer consigo el peso de la marca.
Íñigo Errejón defendía este miércoles que la "hoja de ruta" de Podemos debía ser "transversal", que no se buscase "una sopa de siglas". El número dos del partido destacaba que prefiere tender la mano para sumar "personas y propuestas", no "siglas". "Estamos diciendo todos lo mismo, que es lo mismo que intentamos antes del 20 de diciembre", ha asegurado en declaraciones en el Congreso.
Algo que no ven desde Izquierda Unida, que explican que la unión o no a Podemos dependerá mucho de cómo se resuelvan estas discrepancias que se mantienen en el partido morado.