Amainada la tormenta sobre si Ciudadanos pedía o no ministerios en un eventual Gobierno de coalición con el PSOE, que Albert Rivera pretende que sea apoyado por Pablo Iglesias pero con Podemos en la oposición, nuevas contradicciones afloran en el seno de la formación centrista, con declaraciones cruzadas entre dos de las personas que se sentarán esta tarde con Pablo Iglesias y la delegación socialista. Se trata del secretario general del grupo, Miguel Gutiérrez, y del portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta.
El primero ha pedido "no hacer caso a las literalidades de las cosas" preguntado por la intervención el martes del segundo, y en concreto por haber dicho que Podemos tendría que aceptar el acuerdo PSOE-Ciudadanos "sin cambiar una coma", expresión que Girauta ha negado haber empleado nunca. Quien sí utilizó esa expresión, el pasado martes, fue el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, una de las personas más próximas a Rivera. Preguntado por ello, Girauta se ha limitado a decir: "Pregúnteselo a él, yo no lo he dicho".
En la polémica terciaba por último el portavoz adjunto, Toni Roldán, otro de los negociadores (estarán también el número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, la portavoz adjunta Marta Martín y el jefe del equipo económico, Luis Garicano) quien si bien no utilizaba la expresión de marras, dejaba claro que Podemos no puede aspirar a cambiar el acuerdo, particularmente en el aspecto económico: "Vamos a hablar y a escuchar, pienso que tenemos un acuerdo que costó mucho cerrar, no se puede decir que se cambie un poquito, nuestro objetivo es que se sumen a este acuerdo. Yo diría que no hay margen de cambio para Podemos, este acuerdo representa ya un ambicioso plan social, así como de regeneración. Hablamos de eliminar aforamientos, indultos a corruptos y las diputaciones provinciales. Recuerdo que el pacto lo refrendó el 80% de la militancia del PSOE, es un acuerdo transversal".
Un frustrado giro estratégico
Las declaraciones cruzadas y la distancia entre los dirigentes de Ciudadanos -Gutiérrez se ha referido a su portavoz parlamentario, del que le separan apenas dos escaños en el hemiciclo como "el señor Girauta"- vuelven a frustrar el giro estratégico trazado por Rivera el pasado lunes, cuando en una reunión con su núcleo duro, al margen de la Ejecutiva del partido y de la dirección del grupo parlamentario, decidió que pasarían de pedir la abstención de Podemos (insuficiente para la investidura) al sí, pero a cambio de que Iglesias acepte quedarse en la oposición. En Ciudadanos albergan la esperanza de que el líder de Podemos pudiera tomar esa decisión acuciado por las encuestas desfavorables en caso de repetición de elecciones y por su crisis interna.
En privado, importantes dirigentes del partido admiten la posibilidad de la repetición de las elecciones como la más plausible y aseguran no saber si hay movimientos negociadores que lo vayan a impedir: "Si los hay, al menos nosotros no nos hemos enterado". A la reunión de este jueves no acudirá Albert Rivera, convencido de que es mejor que se reúnan los equipos negociadores (Pablo Iglesias se ha designado jefe del mismo) que los líderes de los partidos.