Con el enfado y la dureza como estrategia, el líder del PSOE compareció este lunes en Ferraz con el único objetivo de escenificar que él sigue siendo quien lleva la iniciativa en la formación de Gobierno. Obviando al PP y a un Mariano Rajoy que "permanece aislado y sólo en el Parlamento", se erigió en portavoz del grupo mayoritario de la cámara: "Soy humilde pero tengo ambición. Detrás de mí tengo 131 diputados y diputadas que suman más que los 122 del PP", dijo tras escuchar al "señor Iglesias encantado de recibirme; y a Rajoy, que me va a citar".
Por ello, Sánchez compareció en Ferraz en la sala de prensa que no visitaba desde hace tres meses. Con aire de indignación, respondió a izquierda y derecha, PP y Podemos, cargando duramente contra los segundos. "Al señor Iglesias le digo: que o bien participe del cambio o deje hacer el cambio. Que no bloquee, que sea valiente y dé un paso al frente. Y si no tiene ese coraje, que no lo bloquee".
Un tono especialmente duro con Iglesias que contrastó con la defensa de Manuela Carmena como alcaldesa de la capital. El líder del PSOE dedicó sus primeras palabras a hacer un "desmentido tajante" de la Ejecutiva socialista: "Que no vamos a desestabilizar ningún gobierno municipal que hemos apoyado desde la oposición. No vamos a hacer responsable a los ciudadanos. No somos como Pablo Iglesias".
Una segunda pulla a Iglesias a la que se sumó una tercera. La negativa tajante a separar el binomio PSOE/Ciudadanos en las nuevas negociaciones. En contra de las intenciones de Podemos y de las declaraciones este lunes de su líder por ser "ridículo" que Sánchez "lleve a Rivera a todas partes", el líder socialista se indignó al responder que "si vamos a ir juntos", pero "yo no llevo a nadie. Ciudadanos es un partido respetable y respetado. Yo le reconozco el mérito a Rivera".
De hecho, reconoció que Albert Rivera ha sido "la gran sorpresa que yo me he llevado en este mes" que inició pensando que "me iba a entender con Iglesias" y se encontró con que "buscaba excusas para no sentarse a la mesa" y utilizaba "el chantaje, el insulto y el veto. No entiendo a qué tanto rencor y tanto odio al PSOE".