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Mayer se presenta ante la oposición sin un solo informe que avale la retirada de "vestigios franquistas"

Celia Mayer se presentó ante la Comisión de Cultura y consiguió enfadar a la oposición en pleno por su falta de "explicaciones", "datos" e "informes".

Celia Mayer acudió este viernes a la Comisión de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, a propuesta del PP, para dar explicaciones por la concatenación de errores y contradicciones llevadas a cabo por su departamento en relación a la aplicación de la Ley de Memoria Histórica: destitución de "vestigios franquistas" -entre los que se encontraba la placa conmemorativa de ocho carmelitas fusilados- sin contar con un marco normativo para realizarlo y sin haberlo sometido a la aprobación del Pleno del 22 de diciembre, tal y como reconoció el propio Consistorio y también ella misma.

Su comparecencia se produce tan sólo un día después del comunicado emitido por la Cátedra de Memoria Histórica con la que hasta este jueves mismo el Ayuntamiento aseguraba tener firmado un contrato por valor de 17.999 euros más IVA. Y como telón de fondo, el asunto de los titiriteros, cuestión ésta que le ha valido la segunda petición de dimisión por parte de la oposición en una semana.

No obstante, Mayer se enfrentó a las durísimas críticas que le propinó la oposición en bloque (PP, C´s y PSOE), que le pidieron unánimemente su dimisión, con el respaldo público que, tan solo unos minutos antes de su intervención, le dedicó la alcaldesa, Manuela Carmena en la cadena Ser. Destituirla ahora ahora sería "injusto" y "lo que hay que hacer es reforzar ese área con más profesionales" del mundo de la cultura para darle más "brillo", zanjó.

Mayer llegó a esta comisión sin ningún informe técnico debajo del brazo y sin dar una sola explicación que convenciera a los grupos municipales de las actuaciones llevadas a cabo. "Salimos como entramos", resumieron después ante la prensa las portavoces del PSOE (Mar Espinar), Ciudadanos (Sofía Miranda) y PP (Isabel Rosell).

Mayer dijo el pasado 3 de febrero ante la prensa que la retirada de vestigios -incluida aquí la placa de los carmelitas- estaba respaldada en "una serie de informaciones técnicas que tenemos en el área de Cultura del Ayuntamiento. En función de eso, hemos tomado esas decisiones, todas ellas de acuerdo a la legislación". Mientras Mayer pronunciaba estas palabras, los servicios jurídicos del consistorio concluían que la retirada de la placa situada en el cementerio de Carabanchel Bajo era un error.

La defensa de Mayer en la comisión se basó en decir lo que el Consistorio lleva recordando desde hace semanas: durante los años que el PP estuvo en el Ayuntamiento se "incumplió deliberadamente" la aplicación de esta ley. Dijo que la retirada del monumento al Alférez Provisional y la placa de José García Vara estaban anunciadas desde el Pleno del 22 de diciembre, momento en que se aprobó el Plan Integral de Memoria de Madrid. Matiz éste importante: anunciadas sí, pero no aprobada esta retirada. Aseguró también que la eliminación de estos vestigios no ha supuesto un gasto extra al incluirse dentro "del canon fijo mensual", incluido en el pliego de conservación de monumentos de Madrid y volvió a reconocer el error con la placa de los ocho carmelitas fusilados.

"Deformó la Memoria Histórica hasta lo grotesco"

Una de las intervenciones más severas contra Mayer fue la de Mar Espinar. La portavoz socialista de Cultura le dijo a Mayer que retirar por error la placa a los frailes carmelitas asesinados fue "una pataleta de niña inmadura que pretende incumplir las reglas sólo para reafirmarse ante sus amigas", lo que mereció después el calificativo de "machista" por parte de Mayer. La socialista no dudó en calificar la gestión de Mayer de "sectaria, opaca y con un profundo desconocimiento de la cultura", que se ha traducido en "ocho meses de parálisis".

"Usted no ha entendido la Memoria Histórica. En cuanto se acercó a ella la deformó hasta lo grotesco, la convierte en ese espejo de circo que distorsiona la silueta hasta lo esperpéntico, pero la ley no es un circo y las cosas no están para reírse. No entiende la ley porque usted y sus palmeros creen que lo saben todo, creen con fundamentalismo en unos prejuicios inamovibles y con disciplina espartana entran como elefantes en una cacharrería", afirmó en la comisión.

Según Espinar, Mayer no entiende la ley porque "cuando no hay cámaras delante no parece ser partidaria del diálogo político. Tiene puño de acero y mandíbula de cristal", espetó tras añadir que la delegada "se ha convertido en el principal escollo para la ley de Memoria Histórica". "Su falta de rigor, la prisa, el fanatismo... La agilidad es más propia de primates que de los políticos", ha remachado.

Esa "agilidad" es la responsable de "errores que no se pueden perdonar porque carecen de justificación", dijo. "Se pasó de frenada con la placa de los carmelitas, mintió con el monolito de Enrique de la Mata y desparramó al no pedir permiso para retirar objetos de zonas protegidos. Es una chapuza tras otra porque tenemos una concejala de cultura que no entiende que lo público no es suyo sino de todos", añadió

Espinar pidió que siga el ejemplo de su compañero de filas Guillermo Zapata, presente en la comisión, quien "estuvo a la altura de sus errores, cometidos mucho antes de estar en una lista electoral". "Espero que usted esté a la altura de sus errores, cometidos en el ejercicio de unas funciones que le vienen grande, y que siga los pasos de sus compañero Zapata, que le ha marcado el camino. Sígalo", le pidió.

En esta misma línea, la popular Isabel Rosell le animó a abandonar el cargo: "Usted ya no tiene ninguna credibilidad. Asuma su responsabilidad política y de gobierno y, de una vez por todas, no escurra el bulto y váyase a casa". La portavoz de Cultura del PP, Isabel Rosell, criticó que la delegada confunda la "labor de control de la oposición" con las "amenazas". Tras la comisión Rosell confesó que salió de ella sin que la delegada les haya dado datos o mostrado expediente alguno limitándose a "hacer oposición a la oposición" e indicó que "no les consta" si el contrato con la Cátedra de Memoria Histórica existió o no. "Cómo nos va a constar si jamás lo hemos visto", siquiera “el borrador”.

Por su parte, la concejal de Ciudadanos, Sofía Miranda recordó a la delegada que la cultura no es "ningún instrumento" para poner al servicio de una ideología. Debe servir al bien de todos los ciudadanos, y a tenor de lo sucedido en el tema de la memoria histórica, esto no ha sido así". "No ha sido un proceso transparente ni objetivo", continuó Miranda, que lamentó haberse enterado por la prensa de que se comenzaban a quitar placas y monolitos. Asimismo, afeó las "mentiras" de la delegada en el proceso de aplicación de la Ley de Memoria Histórica y en el acuerdo con la Cátedra de la Universidad Complutense. "Ha querido empezar la casa por el tejado y el tejado se le ha venido encima", añadió al mismo tiempo que le recordó lo que Juan Carlos Monedero dijo una vez: "El perdón se conjuga con dimisión".

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