La gran pregunta, una vez que el Rey ha encargado a Pedro Sánchez formar Gobierno y que el líder socialista prioriza a Ciudadanos en la negociación, como demuestra el encuentro que este jueves por la mañana mantendrá con Albert Rivera, es si el partido centrista puede conseguirle al líder socialista la abstención del PP, dado que los cuarenta diputados naranja nunca sumarán con Podemos. Preguntado por cómo van a lograr que los populares tuerzan su brazo, el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha sido muy claro: "Si a la vista de una hoja de ruta reformista, para un Gobierno de transición, que evite que en España gobierne el PSOE con una fuerza rupturista y anti europea y con apoyos indirectos o no tan indirectos de los independentistas. Si ante esa posibilidad, que se puede salvar con un Gobierno constitucionalista, alguien pone por delante su nombre, pues que lo juzgue el pueblo y que lo juzgue la Historia".
Girauta encabezará el equipo negociador de Ciudadanos, integrado también por sus adjuntos José Manuel Villegas y Marta Martín y por el gurú económico del partido, Luis Garicano, el único que no es diputado. Como tal, ha dicho no poder "ni imaginar" que el PP se niegue a sentarse a negociar sobre los cinco ejes que plantea Ciudadanos, relativos a la economía, las políticas sociales, la política exterior, la lucha contra la corrupción y la reforma constitucional. Sobre esto último Albert Rivera ya ha dejado claro que no se puede emprender el camino de una modificación profunda de la Carta Magna sin contar con el PP.
Girauta va a negociar con su homólogo en el grupo socialista, Antonio Hernando, la "metodología" de las reuniones, para las que el dirigente centrista ha rebajado alguna de las críticas realizadas en campaña a Pedro Sánchez. En particular en lo referente a la intención del secretario general del PSOE de derogar la Reforma Laboral o la LOMCE.
Para el número dos de Ciudadanos en el Congreso, sobre la primera de las cuestiones hay que "estudiar muy a fondo cuáles han sido sus efectos, si tuvo sentido y si dejó de tenerlo, si goza del apoyo de todos los agentes sociales o solo de algunos Todo esto será negociable y se podrá negociar, pero la cuestión central no será esa" aunque también ha advertido que no se puede derogar todo, porque entonces, ha dicho, "lo que queda es el vacío". "Desde luego, el marco laboral de un 25% de paro no nos satisface" ha concluido, lo que deja la puerta abierta a que Luis Garicano intente convencer a los negociadores socialistas, singularmente a Jordi Sevilla, de las bondades de sus dos propuestas estrella: el contrato único y el complemento salarial, ambas blanco de duras críticas de Sánchez en los debates electorales con Rivera.