Mariano Rajoy sigue intentando transmitir firmeza contra la corrupción. Ante el temor de lo que pueda estar por llegar -"Pinta muy mal", reconocieron en su entorno- y la enorme presión política y mediática, la dirección nacional decidió que el PP de Valencia -la estructura local, que no regional- sea dirigida por una gestora en los próximos días, después de que múltiples cargos fueran llamados a declarar ante la Guardia Civil por el caso Imelsa.
La "drástica" medida se tomó en coordinación con Isabel Bonig, que sigue contando con el respaldo del presidente para seguir al frente de la estructura a nivel autonómica. Más aún, el movimiento partió de ella.
Una decisión que se hacía pública al tiempo que, desde Valladolid, Rajoy prometía tolerancia cero contra los corruptos. "Aquí quien no haga lo que es debido se va, lo siento mucho", afirmó, para a renglón seguido reconocer que los españoles "han castigado al PP por sus equivocaciones". Si bien, recalcó: "No vamos a aceptar causas generales de ninguna de las maneras", y reiteró que "la inmensa mayoría" de los 800.000 militantes son "gente decente y honrada".
El caso Imelsa
Tal y como informa la agencia EFE, durante la mañana de este viernes, una veintena de ediles y exediles populares de Valencia, así como asesores y exasesores del grupo municipal, acudieron a declarar como investigados (antes imputados) en relación al supuesto cobro de comisiones o posibles casos de blanqueo o financiación ilegal del partido.
Entre ellos, estaban los concejales María Ángeles Ramón-Llin, Félix Crespo, Alberto Mendoza, Cristóbal Grau, Vicente Igual, Beatriz Simón y Lourdes Bernal, así como los exconcejales Silvestre Senent o Miquel Domínguez (actualmente diputado autonómico).
El miércoles también declaró en el marco de esta operación anticorrupción el presidente del PP de la ciudad de Valencia y portavoz municipal, Alfonso Novo, quien ha sido suspendido cautelarmente de militancia del PP hasta que preste declaración judicial.
Dentro de esta operación se investiga también si durante la última campaña electoral municipal, celebrada el pasado mes de mayo, cargos públicos y asesores del PP hicieron donaciones del 1.000 euros al partido, que después fue les fueron devueltos, supuestamente, en billetes.