La consejería de Trabajo y Asuntos Sociales de la Generalidad catalana, en manos de Dolors Bassa, de ERC, ha anunciado que quienes quieran percibir la renta mínima de inserción (RMI) deberán dar clases de catalán para "facilitar" su inclusión en Cataluña y en el mercado laboral. Bassa niega que se trate de una imposición y define el proyecto como un "acompañamiento para dotar a las personas de habilidades lingüísticas".
Quienes hablen español, aunque ya tengan "habilidades lingüísticas" para buscar trabajo, también serán objeto de seguimiento, "beneficiarios" de los cursos, según la consejería, si los "servicios sociales" lo consideran oportuno. Quienes se nieguen a aceptar los nuevos requisitos lingüísticos no perderán inmediatamente la prestación, sino que la Generalidad estudiará "caso a caso" prometió la nueva consejera.
Recortes en las ayudas
Hasta ahora, las obligaciones lingüísticas se establecían en oposiciones de la administración de todo tipo, incluidas, por ejemplo, las relativas a los trabajadores de la limpieza y mantenimiento, pero nunca se había llegado al extremo de vincular la percepción de ayudas sociales al aprendizaje del catalán.
La llegada de Mas a la presidencia de la Generalidad, en 2011, comportó un severo recorte en este tipo de ayudas, pero los baremos se establecieron en función de los ingresos de los receptores.
La recepción del dinero no estaba vinculada a ninguna clase de curso, fuera ocupacional o de idiomas. En aquel año, 33.000 personas se beneficiaban de esa renta, pero tras los primeros recortes pasaron a las 29.000 que en estos momentos reciben esa paga. La consejería pretende que el cobro de la renta mínima vuelva a ser un derecho que no pase por las disponibilidades presupuestarias de la administración autonómica. Para lograrlo, la consejería pretende conseguir una partida adicional de 70 millones de euros anuales. Eso sí, los beneficiarios deberán someterse a una "inmersión" en el catalán que según los expertos de la administración autonómica les abrirá más puertas que el español en el mercado laboral.
Comparecencia parlamentaria
De esta manera, hasta los más pobres en Cataluña deberán acreditar un nivel de catalán o demostrar sus conocimientos del idioma para obtener una ayuda cifrada en cuatrocientos euros. Los grupos de la oposición en el "Parlament" han reclamado la comparecencia de la consejera Bassa para que aclare en qué consistirán estos cursos de catalán para excluidos.