La CUP es el acrónimo de Candidatura de Unidad Popular, mientras que CNI lo es del Centro Nacional de Inteligencia, el servicio de inteligencia de España. ¿Cómo es posible relacionarlos? El primer intelectual orgánico nacionalista en hacerlo fue Agustí Colomines, autor del "concepto" "derecho a decidir", exdirector de la fundación convergente que cobraba las mordidas del 3% y referente del nacionalismo. A preguntas de un tuitero sobre si el CNI podía estar infiltrado en la CUP vino a avalar semejante teoría.
La descabellada hipótesis ha cobrado tal fuerza que hasta Pilar Rahola, la columnista de cabecera de La Vanguardia, el diario del conde de Godó, atribuye el no a Mas de la CUP a la actuación de los agentes del servicio secreto. Literal, sin bromas, ni atisbo de ironía. Rahola ha emitido el siguiente mensaje en "twitter": "Atención, los agradecimientos por el NO de @cupnacional hay que enviarlos al CNI. No os equivoqueis de dirección".
Rahola llevaba toda la tarde del domingo en un estado de extrema agitación en las redes sociales, estupefacta ante el resultado del "consejo político" de la CUP, enviando mensajes del tipo "el mejor momento para la independencia enviado a la mierda. Viva la revolución. Ay no, que tampoco", en alusión al plan de choque social que había propuesto la plataforma de Mas y Junqueras.
En su cuenta también se recogen los mensajes de otros independentistas y hasta uno de Arturo Pérez Reverte en el que dice "debo confesar que con lo de Mas he disfrutado como un gorrino zampando mazorcas en un charco" para demostrar la satisfacción de lo que según la musa de Mas es el "unionismo".