Este jueves a las 21 horas se emitía el segundo mensaje de Navidad de Felipe VI. El discurso, el más importante del año, llega en un complejo momento político: cuatro días después de las elecciones y sin que haya perspectivas de un acuerdo de gobierno. Este mismo miércoles, tras reunirse con Rajoy, Pedro Sánchez descartaba de forma tajante permitirle gobernar, algo que apunta a un posible gobierno de izquierdas o a elecciones en pocos meses.
No ha trascendido nada del discurso aunque ya se esperaba un llamamiento a la concordia y la unidad en un año marcado también por el desafío separatista en Cataluña, donde tampoco hay aún gobierno tras las elecciones del pasado 27 de septiembre. Pero sí se conoce ya un cambio: el mensaje ha sido grabado en el Palacio Real y no en Zarzuela, como todos los anteriores.
El mensaje fue grabado este martes durante tres horas en el palacio desde el que saludó a los ciudadanos tras la proclamación. En concreto, la grabación se produjo en el Salón del Trono y en ella no estuvieron presentes ni la Reina ni las infantas.
El cambio de esecnario ya sugería que el monarca está dando a este discurso una relevancia especial ante las circunstancias políticas actuales, a las que aludirá de algún modo en el discurso.